Huevos fritos
Cuarenta personas se quitan el estrés destrozando a martillazos un hotel de Madrid, noticia aparecida en El Periódico de Catalunya en julio de 2007.
{mosimage}Como estamos a finales de agosto, me he permitido escribir este minirrelato basado en la noticia reseñada para hacerles pasar mejor el final de mes.
Huevos fritos
Llegué la primera a la preselección, decidida a ser una de las elegidas entre aquella marea de estresados candidatos. El cabrito de mi novio me había dejado por la vecina de enfrente con la increíble excusa de que ella hacía mejor los huevos fritos que yo, ¡será machista!
Al ponerme delante del bunching ball, la primera prueba, pensé en mi novio y, aunque esté feo decirlo, golpeé aquello al grito de ¡ojalá se te encoja, ojalá se te encoja! ¡Basta, basta!, dijeron. A continuación pasé con el psicólogo, un tipo que me hizo unas cuantas preguntas comprometidas. Al finalizar, me hizo pasar al salón para que desayunara huevos fritos, dijo. Fue como si me hubiera tirado un manojo de sanguijuelas encima: empecé a dar manotazos a diestro y siniestro y acabaron descartándome por exceso de estrés.