La factura digital

La factura digital

{mosimage}El mundo empresarial se incorpora a la sociedad de la información con la factura digital. La clave: los procedimientos que garanticen autenticidad e inalterabilidad.

El adiós definitivo al papel y a la impresora era algo que el mundo empresarial esperaba desde hace tiempo, de ahí que se haya generalizado tan sólo en tres años después de recibir el reconocimiento legal. La factura digital, según el Secretario de Estado de Telecomunicaciones: “Es ya un factor clave de competitividad para las empresas”. Reduce costes operativos, agiliza la gestión y muestra el compromiso de las compañías con el desarrollo sostenible. Además, resulta una pieza esencial en el proceso de integración de las empresas en la Sociedad de la Información.

Por todos estos motivos, el Ministerio está impulsando iniciativas en el marco del Plan Avanza para promover su uso. Los 25 millones de Euros de inversión previstos para el proyecto Pymes Digital dan fe de la importancia de la inversión.
La rentabilidad de la implantación de soluciones de la facturación digital ha sido avalada por un informe de la Fundación para el Desarrollo Infotecnológico de Empresas y Sociedad. De éste se desprende que, con esta herramienta, el emisor se ahorra 0.60 euros por factura y el receptor 1.47 euros.

La Administración tributaria sólo acepta facturas digitales que no ofrezcan ninguna duda de que pertenecen a su emisor y cuyo contenido no se haya modificado al enviarlas on line. Esta garantía se logra exclusivamente mediante la utilización de un sistema de Firma Electrónica Avanzada. A cada factura digital se le aplica el proceso de firma digital, mediante el cual se le adjunta una clave privada y otra pública.

Tanto el emisor como el receptor deben conservar las facturas digitales y los datos de verificación de la firma a disposición de Hacienda, durante el mismo tiempo que las de papel.  Este sistema debe facilitar la búsqueda, visualización, impresión o descarga digital de las facturas. También los usuarios están obligados a conservar en soporte magnético u óptico los ficheros, bases de datos y los programas que permitan un acceso completo para su control fiscal.

Pere Picó
Agente Bankinter – Castelldefels