Festa de la Rosa

Festa de la Rosa

{mosimage}El socialismo está de fiesta. Numerosos militantes pasan revista escrupulosamente en el acto que debe acoger a sus líderes Zapatero, Montilla y Chacón en la Pineda de Gavà. Nuevos cantos de sirena para adoctrinar, más si cabe, a una milicia que en gran parte lleva mucho tiempo viviendo de sus cargos en ayuntamientos, Diputaciones, Generalitat y Estado.

Sin embargo, ahora es tiempo de fiesta. Se acercan unas elecciones vitales para los intereses de muchos socialistas que pretenden seguir viviendo cuatro años más, a costa de los impuestos que pagamos todos los españoles. Es la hora de prometer.

Prometemos pisos para todos (en Andalucía), prometemos dentistas gratis, prometemos subir las pensiones, prometemos más inversión en todos los rincones del reino. “Prometemos y prometemos” será la canción que desde ahora y hasta las elecciones vamos a escuchar una y otra vez.

El lector inteligente se preguntará por qué figuras importantes del socialismo abandonan el barco. Mientras que el ministro Solbes dice que no hay dinero para todo y que hay que comenzar a apretarse el cinturón, Rosa Díez, una destacada líder socialista vasca, cambia de partido, harta de las mentiras de Zapatero en el proceso de negociación con ETA. El modelo de Estado se tambalea con ZP, la economía comienza a hacer aguas, el sueldo medio de los españoles no hace más que bajar y bajar reduciendo así nuestro poder adquisitivo. Las promesas no son más que bonitas palabras, pero habría que recordarles a los señores del PSOE que eran ellos quienes tenían el lema “hechos, no palabras”.

Ahora las promesas tratan de acallar  las voces de quienes han sufrido los apagones de electricidad en Barcelona. Acallar las voces de quienes sufren y continúan sufriendo con los problemas de RENFE, o padecieron los problemas de los colapsos en las autopistas de pago y el caos en el Prat. Se quiere acallar el clamor popular por la subida de los intereses de las hipotecas, y por las nulas acciones llevadas a cabo en materia de vivienda.

Los problemas no importan, son culpa del PP, o de la economía mundial, o de los inversores, o de los EEUU. Los problemas son fruto de algún barco hundido o de alguna guerra pasada. Años después de que los socialistas hayan conseguido todos los gobiernos posibles (locales, autonómicos y estatal), todavía se excusan echándoles la culpa a otros. Y mientras tanto, promesas y más promesas para pintar de color de rosa lo que cada día toma un cariz más negro y oscuro.

Manuel Reyes
Grupo Municipal Partido Popular de Castelldefels