Un padre discriminado

Un padre discriminado

Con este escrito quiero denunciar la situación absurda y desesperante a la que me ha abocado la Justicia de este país, la cual sigue sin funcionar como debiera y, cuando lo hace, funciona lenta y mal. Me encuentro en un grave y flagrante caso de discriminación por el mero hecho de ser hombre y, en este caso, los grandes perjudicados son mis hijos. Voy a contarles mi historia con total sinceridad porque, de todo lo que digo y afirmo, tengo amplia documentación escrita y audiovisual, por si alguna persona o estamento puede solidarizarse conmigo y los niños, sobre todo con ellos.

Bien, soy padre de dos hijos de los cuales tengo la custodia. La madre es una persona perturbada con muchos y graves antecedentes: ha estado en la cárcel y tiene actualmente varias condenas pendientes como, por ejemplo, homicidio en grado de tentativa con robo y lesiones, robos, robos con fuerza… Aun así y con semejante historial por parte de ella, me veo incomprendido y abandonado por el sentido común más mínimo y exigible a la Justicia: llevo 4 años sufriendo denuncias falsas, acudiendo a innumerables  juicios que me han hecho perder mi empleo, estoy amenazado de muerte yo y mi familia actual (incluso por estas amenazas me concedieron una orden de alejamiento que impedía que la madre se nos acercara a menos de 600 metros), pero todo es inútil, esta mujer sigue en la calle alegando que tiene la custodia de los niños sin ser verdad, y lo más exasperante es que nadie parece hacer nada. Mis hijos han sufrido maltrato psicológico hasta tal punto que el menor (que actualmente tiene 3 años) sufre un retraso agudo por falta de estímulos, y porque la madre se dedicaba a delinquir estando él presente para evitar así que la detuvieran. Esto es inadmisible, y encima la jueza insiste en que la madre debe mantener un régimen de visitas…, y el caso es que, para más inri, a uno de los niños no se lo dejan ver y el otro hay que llevárselo hasta la ¡¡calle València de Barcelona!!, a pesar de que la sentencia deja claro que el punto de encuentro “será el más cercano al domicilio del menor”, que hoy por hoy es en Castelldefels. Inaudito. Y yo me pregunto: ¿y toda esta pantomima por qué? ¿por el hecho de ser mujer? Hombres y mujeres deberíamos medirnos por nuestra capacidad de ser personas y no por el sexo, y en mi caso está más que demostrado que la madre de los niños que no debería acercarse a ellos y que, además, debería estar cumpliendo condena tras unos barrotes. Hay gente que, por menos, está privada de libertad. Se preguntarán que por qué está en la calle esta mujer y es que “últimamente no se ha dado ningún episodio de sangre”, en palabras de la autoridad. ¿Alguien cree que esta es forma de proteger a unos niños? Estoy desesperado porque esta mujer es verdaderamente un peligro público. Insisto en que mi familia actual y yo ¡seguimos amenazados de muerte!

El juicio principal, tras todo este tiempo, se celebrará el próximo 4 de junio de 2008 en el Juzgado nº 6 de l’Hospitalet. La jueza es la decana del Baix Llobregat y es la primera que, como he dicho, defiende a la madre (con todos los delitos que tiene, argumentados y probados). Mi familia y yo sólo pedimos comprensión y, aunque suene a tópico, justicia. Para finalizar, quiero agradecer profundamente la ayuda que nos ha dispensado (y dispensa aún) el Ayuntamiento de Castelldefels, que se ha sensibilizado mucho con el caso, a mi abogado Ignacio Gómez Raya y a Josefa y Susana Manzanares.

Leonardo Raya Carrete
Castelldefels