Ya no nos quedan calles

Ya no nos quedan calles

{mosimage}1,5 km separan a mi hijo de su escuela, ¡suerte¡  si hubiera alguno más, no sé yo si conseguiría llegar cada día a la hora…  El mayor problema es si existe alguna urgencia y hay detrás una ambulancia esperando, por ejemplo.  Hemos ido aumentando la densidad de población de la zona centro sin reparar en un pequeño detalle:  No nos quedan calles.

No nos quedan calles para garantizar la mínima movilidad que requeriría la zona.  Y seguimos construyendo nuevos edificios más grandes que los originales sin tener muy en cuenta que cada familia va a tener uno o dos coches, y ya no es cuestión meramente de aparcamientos, sino de que de alguna forma deben llegar a su casa y ese hecho tan sencillo como “llegar a casa” cada día, para los que vivimos en el centro, es mucho más difícil.

Pero no afecta solo a los que vivimos en el centro, sino a toda la ciudad, el colapso de nuestras calles centrales, cada día más habitual, se está convirtiendo en un hecho cotidiano que está marcando en gran parte nuestra vida diaria.  Y luego tenemos las obras, cuánto tiempo hace que no tenemos dos o tres calles cortadas al mismo tiempo.

Sería interesante tener en cuenta los problemas que generan al ciudadano esta inacabable sucesión de obras y trabajos  en la vía pública  y cómo influyen en nuestra vida privada. Sería imprescindible que existiera una planificación general de obras que, por un lado, prevea una continuidad coherente de unas con otras y, por otro, las concentre en plazos de tiempo que causen las menores molestias posibles a la población.

Y volviendo a nuestras calles centrales, ¿podrán soportar dignamente nuestras pequeñas calles el crecimiento demográfico que se ha generado en la zona?  Porque con dar licencias de obras no basta, los ciudadanos pedimos soluciones y cada vez que se autoriza la construcción de nuevas viviendas, alguien debería pensar en cómo los vecinos van a conseguir llegar a sus casas,  y a día de hoy cada día nos cuesta más realizar algo tan sencillo como eso.

Entre el camión de la basura pasando, los camiones descargando, los coches en doble fila, las obras en todos lados, se nos está olvidando una cosa,  cada día somos más los que tenemos que llegar a casa … y  ya no nos quedan calles.
 
Margaret Manzano