Algo huele mal

Algo huele mal

{mosimage}Si uno de los barómetros para medir el nivel de vida de una ciudad fuera el volumen de defecaciones caninas repartidas por las calles de la misma, en esa clasificación Castelldefels sería sin duda una de las ciudades mejor posicionadas. A veces da la impresión de que algunas personas utilicen la necesidad vital de su perro como señal inequívoca para que el resto de los mortales sepamos que por allí pasea a diario un señor con posibles, o una señora que después de sacar al perro a pasear se sube a un Mercedes con destino a su trabajo de ejecutiva agresiva.

No me gustaría ser injusto en esa visión, que evidentemente puede ser parcial puesto que solo cuento con los datos de mi observación, pero da la impresión de que el mayor volumen de caquitas de perro inundando determinadas calles se concentre sobre todo en los barrios residenciales. Los parques públicos con pipi-can posiblemente queden lejos de sus residencias y los dueños de los animales consideran que la calle es de todos, incluidos sus perritos y perritas. Y venga a defecar en la vía pública…

Hay algunos tramos de acera, sobre todo en Montemar bajo y en algunos puntos de la playa de Castelldefels, que son auténticas pruebas de fuego visuales y olfativas. Para un habitante, con muchos años de residencia en el lugar, resulta difícil no haber vivido nunca una experiencia del tipo: “Uy, qué mal huele aquí… Anda pero si he pisado una mierda”…. Sí señoras y señores propietarios de los perritos en cuestión, a eso que ustedes llaman “la caquita de mi perrito”, a eso también se le llama “mierda” porque es pura y auténtica mierda lo que a veces pisamos el resto de los viandantes civilizados de Castelldefels.

Me pregunto si alguna vez esos ciudadanos amantes de la mierda compartida se han parado a pensar en la incomodidad que ocasionan con su falta de civismo en las personas invidentes, o en aquellas que se mueven a bordo de una silla de ruedas. ¿Y en las mamás que desplazan los cochecitos de su bebé en plena calle?… ¿Y en los ancianos que no tienen la suficiente agudeza visual como para esquivarlas?… Si alguno de ustedes se siente aludido por estas líneas, por favor dedique unos minutos de su vida a reflexionar sobre su falta de responsabilidad. Y si no, que alguien actúe contra ellos. Basta ya de impunidad para estos sujetos tan faltos de civismo. Y si no, en este país que es el reino de los radares, que alguien se invente un radar anti caquitas para que todo aquel dueño que no recoja la mierda de su perro de la vía pública pueda ser multado igual que le sucede al conductor incívico. He dicho.