Crisis en Chino

Crisis en Chino

{mosimage}Durante los meses de vacaciones las informaciones referentes a nuestra economía continuaron siendo negativas. Desgraciadamente, éstas no se tomaron ningún día de descanso. Mientras estábamos de viaje o en la playa, la crisis continuó cebándose con el mercado laboral, por cuarto mes consecutivo el número de parados subió; hubo un incremento de las familias morosas; cayó la producción industrial en casi un 10%; los bienes básicos de la cesta de la compra no pararon de subir, el récord lo tuvieron el aceite de girasol, limones, harina de trigo y leche, conllevando a un incremento de la tasa de inflación; el euribor, principal indicador para fijar el tipo de interés de las hipotecas, alcanzó un nuevo máximo histórico de 5,393 %. La desaceleración se está pronunciando rápidamente.

Evidentemente, todos sabemos que estos datos macroeconómicos impactan en la microeconomía, es decir, en nuestra economía doméstica. Ahora bien, esto suele ser sólo una sensación, cuando en realidad es necesario cuantificar cómo la crisis impacta concretamente en nuestro presupuesto familiar. Debemos calcular los gastos de hace un año y lo que estamos gastando ahora. Algunas fuentes afirman que una familia media de cuatro personas gasta 200 €uros más ahora que hace un año, otras hablan de 300 €. Pero ¿hemos medido cuánto nos está impactando en casa?

En chino la palabra “crisis” es un concepto combinación de dos caracteres. El primero significa “peligro” y el segundo tiene dos interpretaciones: puede significar “tiempo” u “oportunidad”. Así la traducción podría ser “tiempo de peligro” o “el peligro genera oportunidades”. Para el país milenario en todo peligro existe una oportunidad. Sólo a modo de ejemplo, mi gran amigo chino Lian se ha pasado todo el verano buscando las oportunidades que le podría traer este escenario en vez de quejarse de la situación en la que, él dice, no puede influir.

Tengo la sensación de que nosotros utilizamos más energía reclamando de las circunstancias que buscando esas oportunidades ya sea con pluriempleo, reinventando nuestra actividad principal, adquiriendo nuevos conocimientos o desarrollando nuevas habilidades para el futuro. Sin duda, todo esto nos ayudará más a pagar ese exceso de gasto en el presupuesto familiar que seguir lamentándonos de la macroeconomía. Aprender de ellos no estaría nada mal.

Antonio Fernández
Economista
afcarracedo@gmail.com