Ilusión económica

Ilusión económica

{mosimage}Un nuevo fenómeno psico-socio-económico ha surgido en nuestra sociedad recientemente y está a punto de desaparecer. En los últimos siete años, nos hemos creído que éramos más ricos de lo que en realmente somos. Cada mes veíamos cómo, en teoría, nuestro patrimonio subía de precio y nos daba una sensación de riqueza. Era una ilusión, podríamos decir, una especie de “ilusión económica” colectiva.

Miramos a la burbuja inmobiliaria y su consecuente crisis en tercera persona, como si alguien la hubiese inventado para el resto de la población. Todos nosotros con nuestras pequeñas decisiones contribuimos a que ocurriera. Haciendo un poco de historia reciente, si a esto se le puede llamar historia, en el último lustro han doblado los precios de las propiedades, y a nadie parecía importarle mucho porque todos teníamos un objetivo especulativo. No estábamos comprando sino que, como los precios seguían subiendo, pensábamos que “invertíamos”. Creíamos que nuestro piso iba a seguir revalorizándose hasta el infinito. Además, los bajos costes hipotecarios incentivaban a invertir. Curiosamente, siempre te daban más dinero del que pedías. ¿Éramos más ricos?

La situación ha cambiado radicalmente. Cada día tenemos más claro que, en muchos casos, el préstamo hipotecario excede el valor de mercado del bien. Es decir, el precio es uno y el valor otro. Como dijo Unamuno: “sólo los necios confunden valor y precio”. Ese insoportable sobreprecio está llegando a su fin. Por sexto mes consecutivo el Índice de Mercados Inmobiliarios Españoles (IMIE), que mide el valor del metro cuadrado, descendió 4,6% en agosto.

En estos momentos estamos en la fase de negación: “no puede ser cierto, lo he puesto a la venta y me dan menos que lo que me falta por pagar de hipoteca”. Este retraso en el ajuste está ocurriendo debido a la imperfección de la información que caracteriza al mercado inmobiliario donde, además del precio, son importantes las particularidades de cada piso. En un mercado conservador y de propietarios como el nuestro, ¿quién se atrevería a predecir que los pisos podrían bajar de precio?, nunca había ocurrido. En la Bolsa, donde la información es más perfecta y transparente, el ajuste ha sido inmediato haciendo que muchas empresas valgan la mitad que a principios de año. 

Ciertamente, la economía tiene mucho de psicología y tomamos decisiones en función de las expectativas. A pesar de que nos cuesta asumir la situación negativa, el fenómeno de “ilusión económica” está empezando a desaparecer y, aunque nos resistimos al cambio, empezamos a tener claro que posiblemente no somos tan ricos, sino más bien todo lo contrario.

Antonio Fdez Carracedo