¡Zapatero, devuelve el dinero!

¡Zapatero, devuelve el dinero!

{mosimage}Uno de los problemas políticos más importantes al que tenemos que hacer frente es el de la negociación del nuevo sistema de financiación de la Generalitat. Todos sabemos que de la administración autonómica dependen el sistema educativo, la sanidad, la seguridad, la vivienda y la política de medio ambiente, la justicia, los servicios sociales y culturales, las infraestructuras, etc … Y también sabemos que la calidad de estos servicios dependen de un buen sistema de financiación, de ahí la importancia y la trascendencia de llegar a un buen acuerdo.

Vivimos en tiempos donde sólo cuenta el presente, sin memoria ni perspectiva. Por eso, a veces es conveniente echar una ojeada al pasado. Esta no será la primera ocasión en la que se plantea la necesidad de un cambió en el sistema de financiación. En 1993 con Jordi Pujol como presidente de la Generalitat y Felipe González como presidente de Gobierno, necesitado del soporte político de CiU, se inició el primer proceso de negociación. El resultado fue la cesión del 15 % del IRPF. Frente a este acuerdo el PP respondió con su primer "España se rompe". Este acuerdo fue un fracaso. Por este motivo Pujol inició en 1996 una segunda negociación. Esta vez era con Aznar como presidente del Gobierno y el PP con la necesidad de votos de CiU. El nuevo sistema supuso, entre otros, la cesión del 30 % del IRPF. España ya no se rompía pero según el PSOE el problema no estaba en el sistema de financiación sino en la mala gestión de CiU. Este nuevo sistema supuso otro sonoro fracaso y tampoco resolvió los problemas de la financiación.

En el 2001 se volvió a negociar. El escenario político era totalmente distinto. Esta vez era Jordi Pujol quien estaba en minoría y Aznar quien le daba el apoyo necesario para que CIU se mantuviera en el poder. Los famosos 400.000 millones que pedía Artur Mas se quedaron en menos de la mitad y, además CiU aceptó firmar una cláusula que fijaba este sistema como permanente y sin posibilidades de revisión. Con el primer tripartito en el Gobierno catalán se inició un nuevo proceso. El primer paso se realizó con la aprobación del Estatut de 2006 en el cual se fijaban las bases de un nuevo sistema y la publicación de las balanzas fiscales gracias a las cuales sabemos que aportamos al Estado mucho más de lo que recibimos, aportación de más, que en el 2005 fue de 2000 € por ciudadano. Catalunya ha llegado al límite de sus fuerzas, ya no puede aceptar aportar mucho más que otras comunidades y recibir menos. El futuro nos plantea retos muy importantes, y para hacerles frente necesitamos un nuevo sistema de financiación más justo con el esfuerzo fiscal que realizamos.