Empleabilidad
{mosimage}Actualmente, el tema de obligada preferencia es “la crisis”. No es para menos cuando el FMI afirma que el mundo está al borde de una recesión global, Wall Street se hunde, algunos bancos están quebrando, aumenta el precio de las materias primas, los gobiernos empiezan a rescatar entidades financieras, el desempleo sigue creciendo… entre otros muchos hechos negativos. Posiblemente ya no estemos en tiempos de cambio, sino en un cambio de tiempos.
Ahora bien, ¿qué podemos hacer en este contexto donde todo indica que el mercado de trabajo será cada día más cambiante, inestable y complejo?, ¿seguiremos hablando de la crisis o nos moveremos en alguna dirección?
Para poder reaccionar y actuar tenemos que desarrollar dos conceptos básicos. Por un lado, es importante desarrollar la flexibilidad, es decir, la capacidad para adaptarnos a las nuevas situaciones y no quedarnos estancados en la comodidad de un pasado conocido. En principio, parece fácil y todo el mundo cree que es flexible pero pongamos como ejemplo de flexibilidad, la disponibilidad a viajar y cambios de domicilio y comprobaremos que no tantos son flexibles. Sin duda, ser flexibles nos llevará mas lejos.
Otra clave para sobrevivir en el mundo laboral es la empleabilidad. Es decir, la capacidad que tiene una persona para encontrar trabajo, mejorarlo si ya lo tiene y amoldarse a un mercado laboral en continua evolución. Debemos estar lo mejor preparados posible para poder enfrentar los cambios futuros. Aunque estemos trabajando en una empresa tenemos que seguir siendo competitivos en el mercado para, en caso de despido, volver a encontrar trabajo rápidamente. Lo conseguiremos a través de la formación y reciclaje continuos pero para ello hay que invertir tiempo y esfuerzo. Todos estamos de acuerdo en que tenemos que mejorar constantemente nuestro perfil profesional y no parar de aprender. Pero, para resistir en este mercado cada vez más competitivo, ¿cómo nos estamos preparando?, ¿haciendo siempre lo mismo?
En realidad, demasiados profesionales ponen su carrera profesional en manos de sus empresas cuando ésta es una responsabilidad individual e intransferible. Sin duda, es más cómodo pero también más arriesgado.
Como los empleos ya no duran para siempre, es muy importante tomar la iniciativa y vigilar constantemente el nivel de “empleabilidad” que poseemos en el mercado de trabajo. Preguntémonos: ¿somos empleables? Espero que no nos hagamos esta pregunta cuando sea demasiado tarde.
Antonio Fdez. Carracedo