Para este Otoño
{mosimage}Ahora que todavía son agradables las mañanas, me atrevo a recomendar para los domingos unos itinerarios que organiza el Museo de Historia de Barcelona. Son recorridos urbanos que dan una visión histórica del lugar que vamos a visitar. Para ir abriendo boca, otras veces os recomendaré otros recorridos, podríamos comenzar por la Barcelona romana y el Palacio Real de la Plaza del Rey y que consiste en un paseo por los restos arqueológicos de la ciudad antigua, explicando su estructura y los aspectos más relevantes en época romana, así como su evolución hasta época medieval.
Los romanos llegaron a la actual Barcelona en el 218 a.C., estableciéndose en una pequeña fortificación en la montaña que, actualmente, se conoce como Montjuïc (nombre que viene, quizás, de una deformación del nombre latino Mons Jovicus, o sea: Monte de Júpiter). Durante el reinado del primer emperador Cayo Julio César Octavio Augusto y como consecuencia de los años de pacificación que trajo esa época, el Imperio Romano decidió establecer una nueva colonia en el Mare Nostrum. De este modo nació un asentamiento (entre los años 15 a 10 a.C.) llamado Colonia Augusta Favencia Paterna Barcino, en donde convivieron gentes de diversas procedencias: galos, íberos, norteafricanos, etc., y que en la época de máximo esplendor llegó a tener 15.000 habitantes, dedicados, sobre todo, a la agricultura. En el siglo III, la colonia fue destruida por invasores francoalamanes durante el reinado del emperador Valeriano. Reconstruida y nuevamente fortificada antes de finales del IV, su muralla de más de 9 metros de altura y casi 4 de espesor, alcanzó una longitud de más de 1.200 metros y ocupó una superficie de 11 Ha, restos de esta muralla aún podemos verlos en el llamado Barrio Gótico (plaza Ramón Berenguer, calle Sots-Tinent Navarro…), imprescindible la visita de las columnas del templo dedicado a Augusto, sito en lo bajos de la calle Paradís, 10, un lugar con verdadero encanto. A partir de los siglos III y IV se extiende el cristianismo, siendo Barcino la sede de un importante obispado. Tras la llegada de los visigodos a la Tarraconense en el 415, Ataulfo convirtió Barcelona en el centro de su corte, transformándola en una ciudad influyente. En el 718, los musulmanes toman la ciudad, estableciendo su estructura administrativa bajo la supervisión de un valí dependiente del emirato de Córdoba, pero eso ya es otra historia no menos interesante.
Las visitas son cada domingo a las 11.30 h, suelen durar alrededor de 2 horas, el precio son 6 euros y acaban, como toda buena mañana de domingo, con un aperitivo. Son en catalán y en castellano y hay la posibilidad de hacerla en otros idiomas europeos e, incluso, en chino y árabe. Para más información se puede llamar al teléfono 93 256 21 00. Si se prefiere se puede consultar la página web: http://www.museuhistoria.bcn.es/es/museu/