Por Isabel Bou Sadurní
{mosimage}Sin duda se merece un lugar en las reseñas históricas de nuestra Castelldefels de toda la vida. Fue repentino, sorprendente, fue fulminante… pero nos dejó la lluviosa mañana del 23 de octubre. La “Tieta”, Isabel, “ Mina ”, era diferente pero especial, era directa pero natural, era una candidez e inocencia pura, de 59 años.
Repartió tanto de su corazón que se olvidó de reservarse un poquito para ella. Ha dejado un gran vacío por las calles de nuestro pueblo.
Por todo ello, la familia a la que pertenece (de antiguas y tradicionales raíces en Castelldefels) desea transmitir, con absoluta sinceridad, infinitos agradecimientos a todas las personas que han hecho llegar su entrañable apoyo por la pérdida de Isabel.
A todos sin distinción, como hubiera hecho ella, amigos, comercios e instituciones, especialmente a la Parroquia de Santa Maria, los que han estado en persona y a los que no.
Todas las muestras de calor y afecto han ayudado mucho a la familia en estos días, y sin duda harán que el recuerdo de Isabel Bou Sadurní perdure para siempre.
La Familia