Money, money
{mosimage}A pesar de la galopante crisis económica del último año, la cabalgata de los Reyes Magos y el trineo de Papa Noel se pasearon por nuestra ciudad sin perder ni un ápice de lustre. Los peores augurios aventuraban que íbamos a asistir a una semana festiva algo deslucida, con el espíritu mágico y pomposo de siempre pero con las estrecheces propias de un tiempo de angustia monetaria como este. A simple vista, bastaba con echar un vistazo a nuestras calles para ver que la decoración navideña era casi como la de cada año. En cuanto a la actividad comercial, lo cierto es que los primeros análisis ya hablan de un atisbo de recuperación del consumo motivado por el arreón de las compras navideñas. Ahora falta confirmar si estamos ante una tendencia que se sostendrá en el tiempo o si, con la cuesta de enero, volveremos a los números rojos que tanto nos han perseguido en la segunda mitad del año 2008.
Pero, además, en Castelldefels Sus Majestades los Reyes de Oriente y Papa Noel han contado este año con un competidor excepcional. Un hombre que ha ido repartiendo mensajes positivos y sacas llenas de dinero por toda la geografía nacional: el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Sin atuendo más llamativo que el puro traje chaqueta de cualquier ejecutivo que se precie, sin barba poblada, ni corona, ni barriga sobresaliente, ni renos que tiren de él. Él, con la única compañía de los miembros del Consejo de Ministros, ha ido mostrando su paquete de medidas para tratar de poner los cimientos de un tiempo de reanimación económica.
En esa gran pedrea financiera el Ayuntamiento de Castelldefels ha sido agraciado con 10,4 millones de euros. Esta inyección llegará con el nuevo año a través del Fondo Estatal de Inversión Local y del Fondo Especial del Estado para la Dinamización de la Economía y el Empleo… ¡Toma ya! Por si alguien tenía dudas acerca de la excepcionalidad de la medida… Grandilocuencias administrativas aparte, es de agradecer que el gobierno central decida dar un vuelco a sus previsiones presupuestarias y destine ese dinero suplementario a las administraciones más cercanas al ciudadano. Los ayuntamientos tienen la vocación de traducir el dinero público en obras, servicios e infraestructuras “visibles” para el contribuyente. Y con ese fin el gobierno de Zapatero pretende dinamizar la economía española a través de las obras de ámbito local.
Proyectos como la peatonalización de la Calle Església, entre Manuel Girona y Albert Einstein; la remodelación y ampliación de la pista polideportiva de Can Roca o la reconstrucción de las aceras y del asfaltado en la zona Centro serán una realidad en los próximos meses. Este plan de revitalización económica no puede recibir más que parabienes. Tan sólo formulo un cuestionamiento a dicho proyecto excepcional: ¿Por qué un gobierno como el nuestro no puede financiar año tras año esas obras que mejoran la calidad de vida diaria de sus ciudadanos? ¿Por qué hemos tenido que esperar a estar sumidos en una profunda y grave crisis económica, para que la Administración Central le dé prioridad a la mejora de servicios básicos en nuestras ciudades?