El curioso caso de Slumdog Millonaire
{mosimage}Más atraído por la curiosidad y por el nombre de los directores que por las películas en sí, finalmente pasé por taquilla y le dejé unos euros a las producciones bendecidas por el óscar. Un poco también porque una de ellas la ponían en los Metropol, que es un cine que me gusta frecuentar y en el que se está particularmente cómodo. Y es que si a las reticencias que provocan los premios yanquis, le sumas las casi tres horas que dura la película de Brad Pitt, la verdad es que hay que pensárselo dos veces.
Pero bien, se ha de reconocer que hemos vivido experiencias peores y que, sin ser una maravilla, tanto “Slumdog millonaire” como “El curioso caso de Benjamín Button” son cintas con puntos interesantes (más la primera que la segunda), muy entretenidas y muy asequibles, justo lo que se necesita para hacer dinero (además de una buena campaña publicitaria, claro).
“El curioso caso…”, como ya todos sabréis, cuenta la historia de un hombre que nace viejo y muere bebé, una vida a la inversa. Un punto de partida más que interesante y que, en manos de un hábil guionista y un director atrevido, podría haber dado lugar a una película para anotar en los anales del cine. Pero la industria del cine no está para muchos riesgos (de hecho nunca lo ha estado) y prefiere construir una película de consumo fácil, de éxito asegurado, y no perderse en filosofías, ni trascendencias, ni mucho menos en posiciones críticas, incómodas y/o beligerantes. Así las cosas, los tramos en los que más juego daba la disfunción del personaje, es decir, cuando es un bebé con aspecto de anciano y cuando es un niño con el bagaje de toda una vida vivida, son los que menos se explotan y se resuelven de la manera más cómoda posible: colocando al niño/anciano en un geriátrico donde desentona bastante poco, y pasando de puntillas por un episodio con niño con demencia que simplemente no recuerda nada. Una pena que la parte central se coma la mayor parte del metraje cuando lo realmente suculento estaba en los extremos.
La cinta está realizada por David Fincher, el mismo que dirigió “Seven”, “Zodiac” o “The game”, películas con una potencia que en esta que nos ocupa se diluye para dar paso a un cine preciosista, de fácil digestión y escaso atrevimiento, nada que ver con las anteriores. Eso sí, se ha de reconocer que el producto final es de una factura impecable, narrado con gran destreza, de cuidado detalle y muy entretenido. Una pena que no sea la gran película que podía haber sido.
“Slumdog millonaire”, sin embargo, es un film que nos devuelve el mejor Danny Boyle, aquel que descubrimos en “Trainspotting” y que apenas se dejaba entrever en “28 días después” o “Sunshine”. “Slumdog…”, tiene un arranque bestial, impresionante, de esos que te dejan clavado a la butaca; en pocos minutos Boyle te vende un estilo de narrar y un espacio plagado de contrastes que te abren todo un mundo de historias. El resto de la película no está a la misma altura pero se mantiene a un nivel bastante alto y el interés no tiene por qué decaer en el resto del metraje. Incluso cuando el guión se muestra un tanto ingenuo (es difícil organizar la propuesta para que los elementos narrativos cuadren sin caer en alguna pequeña licencia que el espectador deberá pasar por alto) o se desvía hacía terrenos más blandamente romanticotes, la cosa se sigue con gusto y la trama fluye con suficiente naturalidad y coherencia. “Slumdog millonaire” tampoco es la gran película que podría haber sido, ni se pierde en análisis o compromisos de un espacio tan complejo como los suburbios indios, y aunque sea un producto creado a contracorriente de la gran industria (de su fase de pre-producción estamos hablando), conserva los elementos propios de esta y se asegura un público mayoritario al que no decepciona; un film que podríamos situar en la difícil franja de equilibrio entre el cine de calidad y el cine de masas.
Por último, y sin ánimo de comentarla (que todavía no la he visto), el señor Clint Eastwood nos ha traído “Gran Torino” y a la hora de escribir estas líneas se había colocado en el primer lugar del ranking taquillero de nuestro país, ¡por encima de “Wachtmen”! ¿Qué es, que estamos madurando o es que por una vez nos han vendido cine de verdad?