Ocasión para Visitar Sant Pau
{mosimage}Hace unos días estuvimos visitando con unos amigos el Hospital de la Santa Creu i de Sant Pau. Según nos informaron los guías, debido a que ya está construido el nuevo edificio hospitalario, el conjunto monumental va a ser cerrado por tiempo indefinido desde este verano para proceder a su restauración. Es el conjunto modernista más grande de Catalunya.
El origen del hospital data de principios del XV cuando se fusionaron los seis hospitales que entonces había en Barcelona. Debido al crecimiento de la ciudad y a la peste de 1348 que llegó de Marsella y que diezmó la población, estos resultaron insuficientes y entraron en una profunda crisis económica. En el XIX se plantea construir un nuevo edificio que diera respuesta a la demanda ciudadana y en el que se pudieran aplicar los nuevos avances de la medicina.
En 1902 se colocó la primera piedra gracias el legado del banquero Pau Gil y al antiguo nombre de Santa Creu se añade el de Sant Pau, su benefactor. Se le encargó la obra al genial arquitecto Lluís Domènech i Montaner, autor también del Palau de la Música Catalana y del hospital Pere Matas de Reus. Fue, así mismo, diputado en las Cortes de Madrid, presidente del Ateneu Barcelonès y director de la Escuela de Arquitectura de Barcelona.
El conjunto fue proyectado para ocupar una superficie de 9 manzanas del Eixample, en un cuadrado de 300 por 300 metros. La idea original era construir 48 pabellones, pero por problemas económicos, el proyecto quedó incompleto. El edificio consta de un edificio principal dedicado a la administración y 18 pabellones en los que se desarrollan las tareas médicas y de enfermería. De estos 18, sólo 12 fueron realizados por Domènech i Montaner y están declarados Patrimonio de la Humanidad. Cada pabellón consta de una o dos plantas y todos los edificios están unidos mediante galerías subterráneas, aptas para el traslado de enfermos. Las instalaciones técnicas se encuentran al aire libre, para facilitar su mantenimiento.
Entre todos los edificios destaca el de la administración, al que se accede por una amplia escalinata. A ambos lados se encuentran las salas de la biblioteca y de la secretaría. En un espacio separado se encuentra la iglesia, que resulta impresionante. Los pabellones son también de gran interés y cada de ellos es diferente de los demás.
El arquitecto Domènech tuvo varios artistas que colaboraron con él en su proyecto. Los principales fueron Pablo Gargallo y Eusebi Arnau, que realizaron las numerosas esculturas del conjunto, Francesc Labarta, quien diseñó las pinturas y mosaicos y Josep Perpinyà, que se hizo cargo de los elementos de hierro forjado.
Cada día de la semana, hasta su cierre, hay visitas guiadas a las 11.15 h en catalán y a las 13.15 h en castellano. La visita cuesta 5 euros y para más información puede llamarse al teléfono 932 919 000.