Consultorio psicología

Consultorio psicología

{mosimage}Te escribo porque ahora que vienen las vacaciones aparece mi problema: Yo tengo miedo a viajar, me preocupa el tener que cambiar de ciudad, el tener que coger un barco o avión, el tener que encontrarme con gente desconocida, el poderme poner enferma en otro país….y todo lo que no sé que me va a pasar. Mi pareja quiere viajar en verano y en realidad nunca lo hacemos por mi culpa, eso nos causa un montón de discusiones que me preocupan. Necesito que me digas que me está pasando porque ya no puedo más. Sandra.

Lo que te ocurre no es nada extraño, pero sí que te incapacita.

Sandra, por tu carta pareces una persona miedosa, pero que en verano percibe el miedo en mayor medida. Esto es habitual porque en esta época del año se dan más situaciones que te ponen en contacto con circunstancias desconocidas que no controlas y que, frente a tu inseguridad, pueden producirte intranquilidad. Pero además debes saber que el miedo aparece cuando hay temor a que algo te ocurra y te pueda dañar.

El miedo a lo desconocido te incapacita para mantener adecuadamente tu vida y la de tu pareja, pero debes saber que puedes solventarlo. Solucionar tu problema va a exigirte un esfuerzo. Piensa que cada vez que evitas hacer algo porque te produce temor engrosas dicho miedo; es como si tuvieras en la cabeza un monstruo (miedo) que cada vez que lo escuchas es como si le alimentaras. Eso hace que conforme pasa el tiempo se vaya amplificando. Por ello, la manera de enfrentar un problema de este tipo es exponiéndote a él pero siempre de forma gradual: hay que empezar con pequeñas excursiones de un día que te aproximen a ciudades de tu entorno; después excursiones que incluyan una noche fuera y así progresivamente. Debes irte exponiendo a salidas no muy lejanas, que no desencadenan un alto nivel de estrés pero sí el suficiente para que te vayas atreviendo a acercarte a aquello que escapa a tu control. Además, quiero animarte a que si en una de esas excursiones algo te produce temor, te aproximes a ello. Por ejemplo, mucha gente en circunstancias como la tuya no suben en barcas o no cogen teleféricos, no caminan solas por el bosque, etc. Si te pasa algo de esto, debes tomarlo como una oportunidad para enfrentarte al miedo y vencerlo. Solucionarlo es posible, pero sólo si tú quieres. Si no te ves capaz de hacerlo sola, solicita la ayuda de un profesional que te ayudará acompañándote en este proceso.

Mónica Dosil
ISEp Clínic.