30 años de comunicación municipal

30 años de comunicación municipal

Del blanco y negro al color
En el año 1979 se estrenaba “Manhattan”, de Woody Allen. En nuestro país estrenábamos democracia. El blanco y negro de “Manhattan” era sofisticado y con elegantes tonalidades grises.

El nuestro no tenía matices y despedía miseria. Los personajes de Allen paseaban su inmadurez emocional entre apartamentos y bares “cool”. Nosotros no teníamos ni escuelas ni ambulatorios. Nos despertamos con la libertad entre las manos, en medio de una paisaje desolador, sin saber muy bien por dónde empezar a coser las heridas. Las incipientes administraciones comenzaron a evaluar los daños y los ciudadanos a hacer listas de reclamaciones. Descubrimos, de repente, que la calle era nuestra y que las voces se podían multiplicar a través del papel y de las ondas. Los ayuntamientos democráticos tenían hambre de contar las acciones que se realizaban para ir resolviendo las carencias, y los ciudadanos, hambre de saberlo. Castelldefels no fue una excepción. El medio fue un primer Butlletí artesanal, en blanco y negro, en cuyo interior había titulares tan básicos pero tan necesarios como “La playa está limpia”, “Conseguimos los maestros” o “El ayuntamiento nos ha abierto sus puertas”. Posteriormente, la aparición de la radio añadió inmediatez a la comunicación entre la institución municipal y los vecinos y se convirtió en un elemento clave de participación y de cohesión social.

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Fuimos alumnos aplicados de la democracia y aprendimos que hay deberes y derechos. Nos deshicimos poco a poco del miedo y del blanco y negro. Con la entrada del color comenzó a desaparecer la tosquedad en las ediciones de las publicaciones municipales y la tecnología aportó brillo a las emisiones de radio. La ciudad se hizo más grande y también crecieron los servicios, los acontecimientos, los intereses comunes de las personas que confluían en asociaciones culturales, deportivas o de otro carácter. Y era necesario explicarlo. Pasaron los años y llegaron nuevas formas de comunicación entre los ciudadanos y la administración. Los ayuntamientos –también el de Castelldefels– crearon webs propias mediante las cuales se informaba a la sociedad de los servicios que se prestaban, de los acuerdos de gobierno y de las actuaciones que se llevaban a cabo.

Hace tan sólo unos meses que se ha creado en nuestra ciudad un servicio de noticias digital que mantiene actualizada de manera constante la información municipal.  Siguen habiendo carencias y hay servicios que son mejorables, pero las hemerotecas nos muestran la evolución vertiginosa que se ha producido en esta ciudad en los últimos 30 años. Los medios de comunicación municipales han sido testigos de los cambios urbanísticos, sociales y culturales que han tenido lugar. Al mismo tiempo, las entidades ciudadanas existentes demuestran con su participación en la vida pública y con la difusión de sus actividades que la sociedad sigue estando alerta y no renuncia, ni debe renunciar, al papel que le corresponde en el juego democrático como cumplidora de deberes pero también como reclamante de derechos.

Las fronteras de la información se han difuminado tanto que, para no perdernos, necesitamos volver a casa y conocer lo que ocurre en nuestro entorno más cercano. Tras el aluvión de datos que nos han proporcionado las nuevas tecnologías de la comunicación, quizás la tendencia es despojarnos de los superfluo para poder digerir la vida y recurrir a la información local para saber cuál es la farmacia de guardia esa noche o cómo es por dentro el nuevo instituto de secundaria.  Y aunque la crisis hace que pisemos las calles nuevamente, nuestras instantáneas en blanco y negro ya están más cerca de  “Manhattan” que de “El Caso”.