2010, futuro incierto
{mosimage}Hemos iniciado el nuevo año con los mismos problemas con que finalizamos el 2009, en plena crisis económica, la peor desde la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado.
Sin embargo, nuestros gobernantes municipales supuestamente opinaban que la crisis acabaría este año y, siguiendo la tónica de siempre, nos han aumentado el IBI (el impuesto de mayor recaudación, que grava viviendas, locales, parkings y solares). AVVIC proponía una política de austeridad que afectara únicamente a la reducción de los gastos superfluos, la congelación de la cuota del IBI, la rebaja del 20% en las retribuciones de todos los concejales y prescindir del personal de confianza (nombramientos a dedo) del equipo de gobierno. Lo propusimos en el Pleno municipal en el que se debatían los Presupuestos y Ordenanzas fiscales, pero nuestra enmienda fue desestimada en su totalidad por PSC, CiU e ICV-EUiA. Hoy, cuando escribimos estas líneas, el gobierno central acaba de decidir un plan de austeridad muy severo, que afectará a todas las administraciones, también a las municipales. Ante las pésimas cifras de los indicadores económicos, paro, PIB, déficit público …. y las presiones de la Unión Europea, el recorte en el gasto público será de 50.000 millones de euros.
Y mientras, en Castelldefels, inauguramos el año con una deuda de 50.539.500,36€ y lo acabaremos con 50.525.561,79, a pesar de que este año pagaremos a bancos y cajas entre amortizaciones e intereses 7.755.746,55. Pero es que nos volveremos a endeudar en 4.650.000€. Esta deuda la hemos de pagar los ciudadanos a través de los impuestos que, en parte por esta causa, no dejan de aumentar año tras año y también lo harán en este año a pesar del paro y demás penurias económicas de familias y empresas.
Una alternativa justa y razonable a esa presión fiscal sería una mejor gestión de los recursos. Desgraciadamente, la conclusión es que el 2010 será una auténtica prueba de supervivencia y que el futuro se presenta incierto, gracias en buena parte a la “maravillosa” gerencia de nuestros gobernantes.
Màxim Costa
AVVIC