Una invitación a la reflexión

Una invitación a la reflexión

{mosimage}Aunque nos parezca mentira, cualquier disfunción física o psíquica parte de una disfunción mental-emocional. Tenemos una necesidad enfermiza de controlar nuestra vida; por inercia, todos buscamos una seguridad y una comodidad que no existen como tales ya que la Vida es cambio continuo, no hay nada, ni bueno ni malo, que permanezca, no vivimos conscientes de que envejeceremos y de que algún día desapareceremos también.

La vida de la mayoría de la gente hoy en día consiste en una lucha desesperada por mantener sus posesiones materiales y su estructura familiar, somos esclavos de nuestras posesiones y no nos queda tiempo para nosotros, vivimos en una negación constante de nosotros mismos hasta el punto de llegar a olvidarnos de nuestra esencia, que es lo único que nos da la alegría de vivir y la paz que todos buscamos.

Cuando la vida nos pone ante una situación que nuestra mente no tenía planeada y no quiere, la reacción habitual es huir de ella y no aceptarla, casi nunca nos paramos a pensar en las dificultades como una oportunidad para darnos cuenta de quiénes somos realmente y de qué es lo verdaderamente importante para nosotros. Cualquier dificultad, incomodidad y sufrimiento son puertas abiertas a conectar con nuestra esencia y la Vida, y romper con la película de vida que tenemos montada y que no tiene nada de auténtico.

Siempre que no aceptamos una situación, y con aceptar quiero decir llegar a saber qué es lo que la vida nos está queriendo decir con eso, negamos la propia Vida y a nosotros mismos, pero lo que niegas te va a perseguir siempre, la vida te va a poner delante, una y otra vez, de diferentes maneras, ante lo que no quieres afrontar y de ahí surge todo sufrimiento, toda la lucha y cualquier disfunción.

Mientras no conectemos con nuestro Ser, con quién somos realmente, la paz y la felicidad buscadas en cosas y personas externas no va a llegar nunca y siempre al final vamos a estar vacíos, ya que lo que buscamos es justamente llegar a poder expresar lo que somos realmente, sin miedos, sin pretensiones,  sin condicionamientos…

Hasta que no seas capaz de vivir por y para ti mismo y ver la magia y la perfección que hay en TODO lo que existe, lo que buscas nunca llegará.

Alicia Gruas