Camino al Decrecimiento

Camino al Decrecimiento

{mosimage}Estamos en una época de enormes cambios provocados por las múltiples tipologías de crisis que estamos viviendo: crisis financiera con la caída de bancos importantes; crisis económica con el cierre de múltiples empresas y el consecuente incremento del paro entre otros muchos efectos negativos; crisis ecológica con los evidentes cambios climáticos y desastres medioambientales y la crisis alimentaria con aumento de los precios de los alimentos provocando desnutrición y hambrunas que, aunque no las veamos en directo, existen.

A pesar de que el término “decrecimiento” proviene de una corriente de pensamiento que nace de la mano de Nicholas Georgescu-Roegen en los años 80, no será hasta ahora que deja de ser seguido por una minoría a ser practicado por todos, aunque sea de una manera involuntaria. Cada vez son más los agentes sociales que están poniendo sobre la mesa la imposibilidad de producir y consumir siempre más. Es obvio que no es posible una producción infinita en un mundo finito.

Hasta hace bien poco, si comentabas con un amigo que tenías un coche con siete años, parecía evidente que ya era “viejo” y había que cambiarlo. Para ello nos autoconvencíamos con todo tipo de argumentos como “me empieza a dar problemas” y, al final, acabamos comprando otro. Pero, ¿era realmente necesario, nos daba tantos problemas o era mas una corriente que nos influía a casi todos? Sin duda, este consumismo irracional no nos ha traído a buen puerto.

En este sentido, estamos viviendo un momento de decrecimiento del consumo obligatorio. Las economías están parando y cambiando de rumbo, aunque aún no se sabe cuál será el nuevo destino. Nos cuesta pero, poco a poco y muy lentamente, estamos ganando consciencia de los límites que tenemos. Cada día se hace más fuerte el concepto de economía sostenible aunque en la práctica aún falta mucho para llegar a vivir en un mundo sostenible.

Posiblemente cambien las reglas de juego del modelo económico. Serge Latouche propone una serie de objetivos para llegar al decrecimiento que denomina las 8 “R”: Revaluar, Reconceptualizar, Reestructurar, Redistribuir, Relocalizar, Reducir, Reutilizar y Reciclar. No estoy seguro de que consideremos todas ellas, pero las tres primeras serán la base de un cambio profundo.

Según todo esto, están surgiendo numerosos movimientos que proponen el decrecimiento como base del modelo económico futuro y a los que os animo a uniros.