Hora de aprender
{mosimage}En estos momentos muchos pequeños inversores vuelven a invertir en Bolsa, después de haber parado durante bastante tiempo por acumular grandes pérdidas en el año pasado. El objetivo principal de la mayoría es seguir invirtiendo buscando las ganancias que compensen esas pérdidas, sencillamente, “recuperar” para quedarse igual.
Se están animando por varios motivos: la inversión en inmuebles no sólo se ha acabado sino que también ha generado cuantiosas pérdidas y no se prevé una recuperación a corto plazo; los tipos de interés de las cuentas corrientes han bajado, han estado ahorrando durante los dos últimos años y, sobre todo, debido a que en estos momentos la Bolsa está empezando a demostrar una cierta estabilidad, les ha hecho recuperar la confianza perdida predisponiéndose a intentar conseguir alguna rentabilidad. Ahora bien, a pesar de que la lógica dice que para invertir en el mercado de acciones, tendremos que comprar cuando el mercado está bajo y vender cuando está alto. No es tan sencillo acompañar al mercado y sacarle partido.
Muchos consideran el mercado bursátil como si fuese un casino donde cada mesa es una acción diferente. Nada más lejos de la realidad. Normalmente, el inversor particular compra un valor y espera el rebote en el corto plazo. Con este intento de adelantarse a la tendencia algunas veces ganará y otras muchas se perderá. La técnica es mucho más compleja. Si bien la Bolsa es un mercado de información transparente que permite ganar mucho dinero, en la mayoría de los casos provoca enormes pérdidas. Todo depende de cómo actúe el inversor. Hay algunas reglas básicas que se han de aplicar. Uno de los principios sagrados de la inversión es la diversificación de la cartera. Se trata de no poner todos los huevos en la misma cesta. También es importante no dejarse llevar por el entusiasmo ni las emociones a la hora de tomar decisiones. Ahora hay una serie de valores bajos, pero el dicho de “todo lo que baja, sube” no viene siendo tan cierto. Muchos valores que están sólo al 5% de su valor de hace cuatro años, siguen sin visos de subir.
A pesar de que cada inversor es un mundo, debemos invertir de forma responsable en aquellos negocios que entendemos, estar preparados y dedicar tiempo a analizar los mercados. Para ello hay que instruirse y dominar tanto el análisis fundamental como el análisis técnico de los valores. Es necesario saber con qué plazos, cantidades y expectativas contamos e imprescindible qué riesgo queremos asumir.
Como ahora llega el verano, la Bolsa se ralentiza, se reducen las cantidades invertidas y los movimientos son mucho menores, haciendo que no haya mejor momento para leer, aprender y practicar una estrategia personal de inversión sin mucho riesgo.