José Manuel Vilches Vilches

José Manuel Vilches Vilches

{mosimage}Presidente de la Casa de Andalucía de Castelldefels. Presidente de la Asociación de Vecinos Castillo-Pueblo Viejo. Concejal (PSUC) en el primer gobierno democrático 1979.

¿Cómo se fundó la Casa de Andalucía, con qué filosofía y, en la actualidad, cuántos socios tiene?
La Casa de Andalucía se fundó por los años setenta en el barrio de Vista Alegre  en el bar Andalucía, el bar del Sr. Manuel, que hacía esquina con la calle Agustina de Aragón y calle Andalucía. La filosofía es ofrecer un lugar donde reunirse, en un ambiente regional andaluz, a todos los andaluces/as que residan en la población de Castelldefels, o que visiten nuestra localidad, y a las personas que estén vinculadas por afectos personales con Andalucía. Hay que tener en cuenta que la mayoría de habitantes del barrio eran de procedencia andaluza y, añorando nuestra tierra y nuestras costumbres, se reunían en los bares a tomar un  vino y escuchar cante, que entonces se podía hacer  normalmente, los sábados y los  domingos. Recuerdo algunos nombres, y perdonen si me olvido de alguno: Antonio Carmona, los hermanos Rufián, el Trompeta,  etc.,  se reunían en ese bar y cantaban y bailaban ofreciendo espectáculo. Después, al cabo del tiempo, hubo un periplo de traslados de la casa por varios locales del pueblo, local del Pedrosa en el castillo, local en la calle Narcís Monturiol, restaurante Andalucía, calle Albert Einstein con la calle Major y, actualmente, estamos en la plaza Esperanto num. 4, local a junto al nuevo local de la policía municipal. Somos en estos momentos unos 250 socios/as. Las actividades nuestras son: cuadros de baile, coro rociero, teatro, taller guitarra, y, próximamente, bailes de salón.

¿Cuál es la diferencia en la lucha vecinal antes de la democracia y ahora?
Hay varios libros que se hicieron de las AA.VV. en la transición. Aquí en Castelldefels surgió en el barrio de Vista Alegre y Castillo, hubo asamblea de vecinos en el colegio Jacinto Verdaguer y se cambió la asociación de vecinos, todo un acontecimiento entonces, ya que fue mucha gente, la autoridad gubernativa estuvo presente porque entonces no se podía hacer una asamblea de vecinos sin que ellos la autorizaran y sin su presencia. En aquellos tiempos, nuestras reivindicaciones eran de todo tipo, estaba casi todo sin hacer, alcantarillados (teníamos fosas  en las viviendas), calles  por asfaltar, alumbrados en condiciones, colegios, etc., etc. También nuestra inquietud era política, pues queríamos una democracia cuando terminara la dictadura, no hay que perder de vista que en aquellos tiempos casi todo el que militaba en alguna formación estaba en las AA.VV. y, prueba de ello, es que la mayoría de cuadros políticos y sindicales salieron de las juntas de las AA.VV. Las periferias de las grandes ciudades generaron movimientos vecinales fuertemente reivindicativos, por un urbanismo racional y por los equipamientos sociales de todo tipo.

Después de 30 años de reivindicaciones para la barriada, ¿cuándo fue concejal y cómo fue su trabajo?
Mi trabajo como concejal consistió en llevar el área de Turismo y Trabajo, esa es la tarea que me tocó en el reparto del programa que se hizo con el partido socialista en el primer ayuntamiento democrático, de 1979 a 1983. Por aquel entonces, se compraron las primeras máquinas de limpieza de la playa y se creó un equipo de trabajo para limpiar nuestra playa tan extensa, con más de 5 km y tuvo éxito porque entonces vinieron de muchos otros ayuntamientos costeros para ver el funcionamiento y comprar ellos esas máquinas. Posteriormente, el servicio se lo cedieron a la entidad metropolitana. Castelldefels es uno de las pocas ciudades de nuestra geografía que reúne ciertas condiciones para que cualquier turista o visitante pase unas buenas vacaciones: tiene playa, pinares, montaña y un buen clima de convivencia. Tenía que haberse hecho  en su día un buen paseo marítimo, cosa que no se hizo, más hoteles, más lugares de ocio, deberíamos atraer ciudadanos de Barcelona y comarcas para que vinieran a comer y divertirse, somos un localidad turística, así se denomina, somos una ciudad de servicios y eso hay que mantenerlo, no tenemos ninguna fabrica.

¿Qué hay que hacer para consolidar los movimientos vecinales y lograr un cambio generacional?
En la actualidad, ya debemos tener una clara voluntad de cambiar el papel tradicional del asociacionismo ciudadano como agrupaciones en defensa de determinadas necesidades, hay expectativas de participación en los problemas de interés público y social, distinto pero complementario del derecho democrático de participación por la vía de la representación política, evitando el argumento de que la representación ciudadana debe centralizarse solamente a través de la representación política. Por ello, hay que trabajar con la intención de realizar una profunda  revisión del marco legal que regula la participación ciudadana, puesto que no se tiene en cuenta a la hora de aplicar a la verdadera actuación asociativa, ya que desde primera hora no nos sentimos reflejados en dichas normas, por lo cual no cumplen su fin primordial que debería ser promocionar adecuadamente las actuaciones asociativas, y debe destacarse que las asociaciones vecinales  tenemos unas características muy particulares que deben tenerse en cuenta a la hora de su regulación, por no ser de carácter sectorial SINO QUE ABARCAN TODO EL TERRITORIO Y TODAS LAS FUNCIONES.

Un resumen de toda su trayectoria profesional y un mensaje para el futuro.
Nos encontramos actualmente en un proceso de globalización, con efectos muy negativos (también positivos) sobre las personas y sus derechos sociales, por lo que tiene sentido estructurar un gran movimiento ciudadano que busque la transformación social y aporte renovados valores que tengan su fundamento en  la solidaridad, en la igualdad de oportunidades, en la justicia y en la libertad. Deben formar parte de la  sociedad que quiero, la participación ciudadana movilizada y proactiva, la extensión en lo político, en lo social, en lo económico y en lo cultural. El ejercicio de las libertades en un estado de derecho avanzado, todo ello en aras de un estado del bienestar (aunque hoy se ve más difícil) garante de la calidad de vida, eficaz en la inclusión social y respetuosa en la protección de los recursos, los peligros existentes de exclusión y marginación de diversos  colectivos atrapados por la precariedad laboral la contención salarial, el encarecimiento de la vivienda, con el fenómeno añadido de algún barraquismo vertical, la privatización de algunos servicios básicos…, situaciones que afectan a colectivos especialmente sensibles, como los más jóvenes, las familias monoparentales, las familias numerosas, las personas dependientes etc., etc. Hay que buscar soluciones a las demandas y problemas que se plantean en el día a día y, de ese modo, lograr la meta común de conseguir mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.