Mi padre, ese hombre, un hombre como los demás

Mi padre, ese hombre, un hombre como los demás

Un día sentada delante de tantos y tantos títulos universitarios y a mi izquierda, en la pantalla de su ordenador, escritos y escritos suyos hablando sobre personas, personas importantes.  A la derecha sobre una pequeña estantería de pie, los miles de artículos, por así decirlo, que hablaban sobre él. Y  en su despacho, justo en el momento en el que me puse a pensar y me di cuenta de que ha escrito tanto y de que hay tantas personas que han escrito sobre él,  pero mi opinión es que pocas personas de las que han escrito sobre él le conocen  realmente para llegar a redactar sobre una persona tan fascinante como es. Así que decidí hacer mi artículo, sin pelos en la lengua porque ¿quién le va a conocer mejor que su propia hija?

Francisco José Campá Berthon es mi padre. Desde pequeña en el colegio me han preguntado << ¿Que es tu padre Ali? >> Y siempre he repuesto con la cabeza bien alta << La pregunta es: ¿Qué no es mi padre? jajaja>>

En Barcelona, el 16 de mayo de 1960, nació un pequeño travieso que, más adelante, se convertiría en una de las pocas personas que te dicen la verdad a la cara y sin miedo a las represalias que eso conlleve. Mi abuela siempre me cuenta que cuando él tenía apenas seis años, no podían salir a comer a un restaurante porque este bichito siempre se iba de mesa en mesa y no conseguían comer en paz. Mi hermana siempre dice que cuando nací vio reflejadas las palabras de mi abuela en mí.

Francisco José es un ejemplo para todo chico rebelde y chulito de clase. Empezó sin ganas de estudiar y siendo rebelde como todo adolescente haciendo de las suyas fuese a profesores, compañeros, era indiferente mientras se tratara de “fastidiar un poquito” jajajaja. Pero un gran hombre y un gran padre, le hizo cambiar, me estoy refiriendo a Francisco José Campá de Blanes, mi abuelo, un hombre con gran inteligencia, con un coeficiente mental de 146, y sobre todo una bellísima persona a la cual nadie será capaz de superar.

Así, pues, con la ayuda de su padre no tuvo que someterse a un gran esfuerzo para sentar la cabeza, con mucho esfuerzo y dedicación, hora tras hora y día tras día encerrado en clase, bibliotecas y en casa consiguió llegar a tener 2 carreras universitarias, 2 doctorados y 3 postgrados universitarios.

Destacar sobre todo que la carrera de Derecho la acortó a 3 años, asumiendo así en la duración de esta un número superior de créditos respecto a sus compañeros, pero sin olvidar a su familia. Consiguió compaginar estudios “recortados pero agrandados” con su familia y también con algún trabajo para ganarse sus dineritos.

Pero para él no era suficiente, así que se dedicó a sus hobbies, como formar parte del cuerpo del Ejército de España, primero como Sargento y hoy en día como OFICIAL AUDITOR DEL CUERPO JURÍDICO DEL EJÉRCITO.

Con todo esto solo quiero dar a entender que Francisco  o Francesc, como prefieran llamarle,  es  un gran padre y un ejemplo de superación porque si él no hubiera hecho todo lo posible para conseguir lo que quería, ser el defensor de la justicia, tampoco podría haber sido la persona que es: una  persona que desprende tantos sentimientos diferentes en varias personas a la vez,  porque mi padre es así, o te encanta o  le odias, no hay término medio.

Hoy por hoy, y desde que nací hace ya 13 años, siempre he admirado a mi padre y siempre he sentido un enorme sentimiento de orgullo y satisfacción dando gracias a que él es mi padre.

Y pase lo que pase, siempre lo defenderé hasta la muerte, como llevo haciendo desde que tenía apenas 3 o 4 añitos.

Papá te quiero y siempre te querré.
Alicia-Francina Campá