SEXO, El termómetro de la pareja

SEXO, El termómetro de la pareja

{mosimage}Es habitual, hoy en día, observar a nuestro alrededor a multitud de parejas que deciden separarse, muchas de ellas, antes de la separación, han estado intentando superar las crisis que se les han ido presentando, pero finalmente no han conseguido superarlas. La pregunta que nos hacemos es… ¿Qué está pasando?… Ocurre que, en muchas ocasiones, la pareja empieza a separarse y los integrantes no son conscientes, empiezan a haber problemas de relevancia en la relación, pero como se van sucediendo progresiva y lentamente en el tiempo, no son perceptibles para aquellos que no estén lo suficientemente atentos, hasta que el alejamiento ya se ha hecho demasiado evidente, entonces ya quedan pocas vías de solución posibles.

En la sexualidad de la pareja acostumbramos a observar el tipo de vinculo que existe entre las dos personas, cuando ese vinculo se ve alterado y se empieza a desvirtuar, estaríamos ante una especie de termómetro, que nos indica que la calidez y la pasión de los afectos está disminuyendo. Es difícil tener el valor para mirar el tema de frente y ser conscientes de que se está instaurando un problema en la relación; en realidad, lo fácil es justificar los problemas que aparecen en la sexualidad tras multitud de excusas, que acaban impidiendo que se abarque el problema con efectividad. Así, observamos la aparición de problemas en la relación sexual de la pareja representados por uno de los miembros, pero, por supuesto, no hay un solo responsable. Estoy hablando de problemas tipo eyaculación precoz, impotencia, frigidez, etc., problemas que son el resultado de una ausencia de deseo, de una acumulación de ansiedad, de rivalidad hacia el otro, en definitiva, de todas las tensiones que se han ido sucediendo en el día a día de la relación de pareja y que aparecen en el momento en el que supuestamente te ofreces al otro con el deseo de compartir algo placentero e intenso, y donde el ser generoso es absolutamente necesario.

¿Cómo alguien va a dar lo mejor de sí mismo y compartir algo tan íntimo si en el día a día aparecen tantas cosas que no se han resuelto de la forma adecuada y que han quedado pendientes? También es cierto que la sabiduría personal es cada vez más observable y en consulta encontramos que la persona que padece de un problema sexual, entiende cada vez más, que lo que le ocurre tiene también que ver con su pareja o con la historia sexual que le precede. Es relativamente fácil solventar un problema sexual de origen psicológico, pero muchas veces deja de serlo si debe implicarse al otro miembro de la pareja, ya que se ha llegado a un estado donde ya no hay disposición para resolver. Además, lo que en una pareja puede ser un problema sexual, en otras jamás lo seria. Un ejemplo, una eyaculación precoz sería aquel problema que aparece en el hombre donde pierde el control de su eyaculación sin haber podido satisfacer a su pareja, y ello es independiente de la duración, por ello si el hombre tuviese una supuesta eyaculación precoz, pero hubiese satisfecho a su pareja, no habría problema objetivo.

También ocurre que cuando se consulta a un psicólogo por un problema sexual, algo muy habitual, se hace cuando el problema ya es abrumante, por ello la solución reviste de mayor complejidad. Debe dársele más valor a lo que ocurre en la alcoba, porque ello trasciende fuera de ella a todos los niveles, también en el de la autoestima. Un hombre que siente la incapacidad de satisfacer a su pareja, se siente absolutamente impotente y debemos marcar que ello se convierte en muy angustiante y, claro, la angustia va amplificando el  problema. Al fin y al cabo, parece que es el hombre “el que tiene que dar una especie de talla”, independientemente de la pareja que tenga, y eso jamás es así. La respuesta sexual de uno respecto al otro jamás será la esperada, si su pareja no lo complementa equilibradamente. En una pareja la responsabilidad corre a cargo de los dos, pero si uno se acostumbra a su síntoma, por ejemplo el de la impotencia, al final se acaba sintiendo un impotente en cualquier situación y con cualquier pareja, ya que el síntoma afectó a la autoestima y entonces el problema se ha extendido afectando a demasiadas áreas.

El resumen del mensaje de estas líneas es que los problemas sexuales, tanto si se trata de un problema personal o de la pareja, tienen solución y deben encararse con competencia y capacidad, ya que siempre es posible solventarlos.