Glocal

Glocal

{mosimage}Estos días tan agitados me viene constantemente a la mente esta palabra: glocal. O mejor expresado, glocalización. Curiosamente la palabra procede del término japonés "dochakuka" (derivada de dochaku, “el que vive en su propia tierra”) y se desarrolló en la década de 1980 dentro de las prácticas comerciales de Japón con el lema “piensa localmente y actúa globalmente”.

El término fusiona global y local, provocando que estas palabras, en principio antitéticas, queden soldadas para expresar este continuo actual que existe en diferentes disciplinas concretas (cultura, economía, medios de comunicación,…), pero que también impregna completamente nuestra vida cotidiana.

En estos momentos, cualquier acontecimiento local puede tener repercusión en el resto mundo y también justo lo contrario, es decir, que todo lo que pasa en el mundo nos afecta directamente a los individuos de cualquier parte del mundo. Nos interesa lo que pasa en nuestro barrio, pero también estamos atentos a lo que sucede en zonas lejanas porque sabemos que seguramente nos acabará afectando.

Por una parte mantenemos rituales, tradiciones y costumbres concretas de una zona, pero por otra incorporamos como esponjas los de otros lugares próximos pero también remotos.

Las empresas se localizan o deslocalizan, dependiendo del lado en el que estemos. Y las TIC’s facilitan la sensación de proximidad entre sociedades, instituciones e individuos sin tener en cuenta el factor geográfico.

El terremoto y la posterior catástrofe nuclear de Japón, pero también la falla indultada dedicada a Vicente Ferrer, o las chicas ganadoras del I Concurso de Cortos NoDaIgual de Castelldefels, forman parte de nuestra cotidianidad, al igual que el cuscús de la comida convive con el “pa amb tomàquet” de la cena y la lavadora coreana con la camiseta Desigual.

El reto es superar la sensación de incertidumbre y de vértigo que provocan todos estos cambios, y no sucumbir al estrés que puede generar el exceso de interconexiones, porque son fenómenos imparables, aunque algunos se resistan. Así que mejor destacar y aprovechar los aspectos positivos e intentar resolver, en la medida de lo posible, los negativos.