¿Se puede vencer a la desconfianza?
{mosimage}A lo largo del último año he tenido la oportunidad de dialogar con centenares de vecinos, ciudadanos y ciudadanas de Castelldefels. Primero a través de la Plataforma Castelldefels 2020 y posteriormente participando en algunos puntos de encuentro con Joan Sau. Él ha sido el alcalde de esta ciudad en los dos últimos años y se presentaba a las elecciones, que se han celebrado el pasado día 22 en la ciudad. En este preciso instante, al tiempo que escribo este artículo, el resultado electoral es todavía una gran incógnita. No se han celebrado las elecciones, pero cuando este texto vea la luz, el veredicto final será ya una realidad.
En este tiempo de debate, de reflexión compartida, de ilusión colectiva y de generación de un espacio de opinión en el corazón de la sociedad civil; he podido detectar que a pesar de las dificultades que nos abaten, todavía hay un resquicio para la esperanza política en Castelldefels. El ciudadano de a pie ha dejado de confiar en los canales tradicionales de la política, pero no quiere renunciar a sentirse parte viva de su entorno urbano. La gente ya no percibe un fulgor interno al compás de unas siglas o de un líder determinado, pero en el fondo todos queremos creer en alguien que nos conduzca colectivamente hacia la construcción de una ciudad mejor.
Creo sinceramente que en los momentos actuales la actividad política se encuentra ante una encrucijada vital. O los líderes de esas formaciones abren definitivamente la puerta de sus centros de decisión y se entremezclan con la sociedad civil, o estamos condenados a tirar por tierra ese preciado tesoro que tanto les costó conquistar a nuestros padres y abuelos. La democracia ha dejado de tener un valor real para muchos ciudadanos, y eso no nos lo podemos permitir, ni por nosotros, ni por nuestros hijos, ni especialmente por aquellos que tanto sudor y tanta sangre derramaron luchando por los ideales democráticos en el pasado.
Me pregunto: ¿Se puede vencer esa desconfianza del contribuyente, del vecino, del amigo, del familiar hacia la actividad pública, hacia el mundo de la política? Nos jugamos mucho en este cruce de caminos. Solo le pediría a mi futuro alcalde o alcaldesa que no pierda de vista la difícil coyuntura económica y social que nos va a tocar vivir en los próximos cuatro años. Y que dignifique día a día con sus valores y con su actuación el nombre de mi ciudad. Detrás de un logo y una bandera oficial, estamos todos y cada uno de los hombres y mujeres que construimos diariamente la historia de Castelldefels.
benicoro@hotmail.com