Viaje a otro planeta
{mosimage}Se imaginan viajar a un lugar que está en pleno crecimiento, con una ascensión económica increíble, donde no se habla de crisis y ahora además tienen la menor tasa de desempleo de su historia. Aunque en estos momentos nos pueda parecer imposible y creamos que es un territorio digno de una novela de ficción que debe estar en otro planeta, en realidad existe y el mes pasado tuve la suerte de estar allí; Brasil. No me esperaba pasar del pesimismo generalizado al optimismo integral tan rápidamente.
Es difícil asumir un cambio de diálogo socioeconómico en tan pocas horas y confieso que me causó una sensación tan increíble como extraña. Incluso la mayor revista empresarial publicaba en su portada que se buscarán ocho millones de empleados cualificados en los próximos cinco años para que el país pueda seguir creciendo. Solamente, en este año contratarán dos millones y afirman que si no los encuentran estará en juego el incremento esperado. Y a pesar que es normal que en este tipo de sociedades de economías emergentes los profesionales cualificados, al ser un bien escaso, siempre estén muy disputados, no es tan común el aumento salarial que esta situación provoca. Sorprendentemente, la rotación de profesionales es uno de los graves problemas a enfrentar en el sector privado.
Las perspectivas son más que positivas y todos piensan que el desarrollo no ha hecho más que empezar porque la mayoría de las inversiones que se han de hacer para el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos aún han de llegar.
Pero pensemos que no es un país donde esto ocurra habitualmente, la última vez que la renta y el empleo crecieron con tanta fuerza fue en la década de los setenta. Y las últimas crisis fueron en 2002 y 2008.
No es todo tan positivo. Es cierto que existe una clara reducción de las desigualdades, pero falta mucho camino para que se consolide aunque la clase baja está aumentando su consumo. Por otro lado, como la demanda de trabajadores cualificados está superando a la oferta la tendencia del coste del trabajo es subir. Está claro que si no hay una compensación, como puede ser el incremento de la productividad, llegará un momento que el modelo de crecimiento será insostenible.
Animo a que sigan su evolución viajando a través de la lectura. Les servirá, por lo menos, para abstraerse de nuestra realidad, beber un poco de optimismo y pensar que, como ellos, saldremos de esta crisis.