Reseteando

Reseteando

{mosimage}Acabo de entrar en la web de la Real Academia Española y he buscado en su diccionario la palabra “resetear”. El término, como tal, no aparece recogido todavía por los ilustres académicos de nuestra lengua, pero será cuestión de tiempo que acaben claudicando. ¿Acaso hay alguien que pueda seguir viviendo, con la que está cayendo, sin pasar por un período de “reseteo”?. En este proceso de desconexión, de limpieza, de descompresión, de descongestión mental y física, me hallo ahora. He escogido el Sur para recuperar el Norte. Sigo pensando que la esencia de la vida sencilla, el germen de todo lo que nos hizo creer algún día en que todo esto tenía sentido; todo ese caldo de cultivo permanece en el Sur. Allí se quedó nuestra pureza de espíritu; y allí tenemos que acudir cuando el Norte nos embrutece con la rutina diaria.

Por aquí, entre raíces familiares y acentos que me recuerdan a mis ancestros, transito con el gesto amable. Por aquí la gente todavía se da los “buenos días” por la calle, aunque nadie sepa quién eres a ciencia cierta. Por aquí todavía te “fían” en las tiendas. Siempre hay tiempo para volver luego a liquidar la deuda. Por aquí la gente sigue prescindiendo del reloj para organizarse el día. Quien manda, y quien hace y deshace en el ordenamiento social es el Sol, y su imponente personalidad a estas alturas del año. Por aquí la amargura existencial, derivada de la actual crisis económica, todavía no ha triunfado socialmente. Por aquí la batalla es otra.

Este último año ha sido especialmente duro. En lo personal y en lo profesional. Es un tiempo de cambios, de nuevos caminos por explorar. Momento para dejar atrás decepciones recientes. Ha llegado la hora de acometer un fuerte viraje en mi vida, en mis horarios y en mi rutina diaria. El objetivo es sencillo: tratar de sobrevivir siendo feliz. Sintiéndome plenamente feliz y haciendo sentir esa misma felicidad a los que me rodean y me importan. Me gustaría que esta corriente de nuevos sentimientos positivos pudiera encontrarlos también en mi ciudad. Todavía albergo dudas acerca del cruce de caminos que arrastramos desde el pasado mes de mayo. No consigo intuir con claridad qué nos depara el futuro, ni tan siquiera a corto plazo. Será cuestión de “resetearse” también en esa faceta cívica. A seguir sesteando, perdón quería decir “reseteando”.

benicoro@hotmail.com