Huelga para no jugar
{mosimage}Un balón pinchado y las gradas vacías una jornada de liga, jugar o no jugar, huelga o prolongar las vacaciones, poco importa.
El problema que afecta al fútbol profesional, acercándolo al abismo, vienen de lejos y nadie ha hecho nada y cuando el lobo llega, la solución es difícil.
La deuda estimada de los clubes ronda los 4.000 millones de euros. Más de 300 jugadores han denunciado impagos en Primera y Segunda. Las deudas de los clubes con los jugadores ascienden a los 42 millones de euros. Veintiún clubs en Ley Concursal.
Este desastre no se origina de un año para el otro. Y a esto, la Asociación de Futbolistas Españoles AFE plantea una huelga y reclama a sus patronos el pago de las nóminas y la elaboración de un nuevo convenio en el que prime la Ley del Deporte por encima de la Ley Concursal. Sufridos futbolistas, tan cerca y tan ignorantes de las gestiones que sus patronos iban haciendo con el dinero que ahora reclaman pero que no existe.
Un problema viene de lejos y nadie se ha preocupado. Como ha llegado el lobo, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) se pone a buscar recursos para paliar una mala gestión tanto por parte de los clubs en general como del propio organismo que dirige José Luis Astiazarán desde el año 2005.
José Luís Astiazarán al frente de otra mala gestión. Recoge la historia su nefasto trabajo como presidente de la Real Sociedad del año 2001 al 2005. Al respecto, Arconada (mítico portero de la Real Sociedad) decía que “Astiazarán cogió las riendas en una Real Sociedad con superávit y en muy poco tiempo lo ha convertido, con su pésima y extraña gestión, en una entidad deudora, con grandes problemas económicos y entre los líderes de los clubes en números rojos de nuestro fútbol”.
Deja la Real Sociedad para asumir la presidencia de la LFP. Circunstancia que en todos los foros se ha comentado como extraña, cuestionándose la fiabilidad y solidez de este organismo que rige los designios del fútbol español representando a los clubes de Primera y Segunda División.
Más gastos que ingresos, comprar mucho y muy caro y endeudarse sin control.
En esto, el Madrid y Barcelona también ocupan los dos primeros puestos.
Creo que el fútbol no necesita más dinero, ni buscarlo jugando todos los días de la semana; imponiendo un canon a las emisoras de radio; vendiendo fútbol a los chinos los domingos a la mañana en detrimento de nuestro fútbol modesto o eliminando el partido en abierto. Creo que necesita dirigentes austeros y honrados que conozcan los ingresos antes de comprometerse con los gastos.