Rebajar el Impuesto S/Sociedades

Rebajar el Impuesto S/Sociedades para aumentar el empleo

{mosimage}Nuestra principal preocupación, actualmente,  es el alto índice de paro que estamos soportando. No descubro nada cuando digo que son las empresas (las grandes, pero especialmente las pymes) las que pueden, y han de crear empleo. Sin la ayuda efectiva al tejido empresarial y a los emprendedores, no hay salida para la crisis. Podemos seguir recortando prestaciones e intentando reducir el déficit público, pero no incidimos en la raíz del problema. Hay que ayudar a las empresas. Una de las medidas es reformar el Impuesto s/ Sociedades para dar más ventaja al mundo empresarial. Nuestras empresas soportan la tercera tributación más alta de la eurozona. La media europea de este impuesto se sitúa en el 21.52 %. Actualmente, nuestras empresas tributan al 30 %, las grandes y al 25 las PYMES,  lo cual es insostenible y nos hace menos competitivos frente a nuestros vecinos más cercanos. Por ello, el futuro gobierno debe rebajar el tipo nominal a un entorno cercano al 21%, según afirmaciones de expertos fiscalistas. De hecho, Francia y Alemania se comprometieron el pasado agosto a crear un tributo común en bases y tipos, más allá del proyecto de armonización de las bases del impuesto que prepara la Unión Europea, desde hace muchos años. Atendiendo precisamente a la realidad de esta competencia fiscal, yo apuntaría a una reducción de tipos seria y gradual,  que habría de priorizar a las pymes. El efecto de ensanchamiento de las bases imponibles que se produciría, ante las mejoras de las expectativas y la confianza, puede más que compensar una caída de los tipos. Finalmente se recaudaría más. En opinión de los expertos en la materia, el sistema tributario deber ser lo más sencillo posible, y no tan complejo como el que tenemos. Pero la sencillez no puede conducir a la renuncia a la política tributaria. En el ámbito del Impuesto s/ Sociedades se debería incentivar, pensando en la crisis, la autofinanciación y desarrollo de las empresas. Por ejemplo:

– Las que no repartan beneficios podrían verse favorecidas.
– Deducciones fiscales por la inversión y el mantenimiento y/o creación de empleos fijos.
– Potenciar la I+D+i y la internalización, especialmente de las pynes,

Ahora las deducciones hay que medirlas mucho, primero por la simplificación del sistema tributario que ha de perseguirse y también por la recaudación. Pero no se puede dejar de aprovechar la política tributaria para crecer y crear empleo. Que, en definitiva, es lo que todos estamos esperando y deseando.

Pere Pico Arguedas
Agente BANKINTER – Castelldefels.