Catalunya emprendedora
{mosimage}Nuestro país se ha caracterizado del resto del Estado por unas generaciones de emprendedores que, en épocas tan o más difíciles como la actual, han impulsado la economía local mediante proyectos profesionales o la creación de pymes. Cuando aparezca este escrito probablemente ya tendremos un nuevo gobierno en Madrid. Pero al día siguiente, todo seguirá igual. El paro no descenderá por el cambio de mayorías parlamentarias. Los políticos no van a crear empleo y continuarán acatando las directivas de la Unión Europea. Poco margen de maniobra tienen en el ámbito económico. La única solución para disminuir la tasa de paro es confiar en los emprendedores para que activen de una vez por todas la precaria situación. Pero ello será posible si somos capaces de asumir una serie de contenidos y sugerencias:
Test de Viabilidad:
La elección del segmento de mercado nace, por un lado, de la oportunidad de sector o de la categoría de producto que el emprendedor califica de muy buena, y por otro, de cerciorarse de contar con un equipo que reúna las condiciones necesarias para explotar el proyecto con éxito.
Carácter:
Todo emprendedor ha de tener iniciativa y responsabilidad personal; confianza en sí mismo. Al mismo tiempo, ha de asumir unos valores éticos y poseer una integridad personal y calidad humana.
Motivación:
Las ideas de desarrollar un proyecto profesional surgen principalmente de la vocación, es decir de una necesidad profunda de convertirse en emprendedor, de la invitación de un familiar, amigo o conocido, o del hecho de no encontrar en el mercado de trabajo la posición profesional que uno desea.
Gestión de errores:
La historia de los empresarios con éxito esta llena de primeros fracasos, que han tenido la capacidad para solucionar los primeros fallos. Hay que reaccionar rápido y bien, y aprender de los errores
Mejora continúa:
Aplicar, desde el primer día, el concepto de “Calidad Total”: “Hoy lo haremos mejor que ayer, pero peor que mañana”. Debemos estar atentos a las señales que nos emiten los clientes y reacciones de nuestros competidores y avances tecnológicos. No olvidemos dos sabias sentencias que tanto se repiten en el mundo empresarial: “Cuando conseguimos un nuevo cliente, ya empezamos a perderlo, y recordar que: “Al pájaro que no le damos de comer, se irá”.
Seamos valientes y combatamos a la crisis con nuestras mejores armas. Las de empresarios emprendedores y desconfiemos de que otros nos saquen de esta crítica situación. Si lo intentamos, lo conseguiremos. Os lo aseguro.
Pere Picó Arguedas
Agente Bankinter – Castelldefels.