Crispín Martínez, talento con humor

Crispín Martínez, talento con humor

{mosimage}Crispín Martínez vive en Castelldefels. Es tímido, simpático, ingenioso…, pero también muy observador, crítico, irónico y solidario. Su personalidad da como resultado unos chispeantes monólogos

¿En qué te basas para escribir tus monólogos? ¿Qué va a encontrar la persona que vaya a ver una actuación de CRISPÍN?
Yo me baso en lo que veo y sobre todo en lo que vivo. Le saco punta absolutamente a todo lo que hay a mi  alrededor, a las cosas más inverosímiles de manera exagerada. La gente que me vaya a ver se encontrará con situaciones de la vida cotidiana con las que todo el mundo se va a identificar.

{mosimage}Dime cualidades que ha de tener un buen monologuista.
Nada de vergüenza, creer en lo que haces y que eres el mejor, por supuesto con humildad,  y para ser humorista tienes que ser lo más natural posible.

Con lo necesaria que es la risa para relativizar los problemas, ¿por qué en la vida cotidiana nos cuesta tanto reírnos de nuestras mediocres preocupaciones?
Porque hemos hecho de cosas ínfimas e innecesarias nuestras preocupaciones y por eso no nos reímos. Cuando salgo al escenario empiezo a reírme de esas cosas que durante el día nos hacen infelices y que cuando las analizas ves que son auténticas chorradas y, como dices tú, nos olvidamos de nuestras mediocres preocupaciones.

{mosimage}Además de tu faceta como monologuista, ¿qué otras cosas haces?
Escribí un libro con una recopilación de poesía y lo autoedité por internet, ahora estoy escribiendo otro libro que no tiene nada que ver con el anterior y que acabo de empezar, son microrrelatos.

¿Tienes algún referente? ¿Cómo preparas tus monólogos?
Referentes hay muchísimos. Para mí, por ejemplo, el gran maestro es Gila, me parece que era lo más en el humor y en esto de contar historias, de una genialidad absoluta. Pepe Rubianes, otro personaje que ha dejado huella. Y  en cuanto a compañeros, Albert Boira que fue el que me enseñó todo esto junto a Gabriel Córdoba, Toni Cruz, Txabi Franquesa como alguien influyente para mí y David Guapo, nuestro vecino que me ayudó mucho. Hay muchísimos que me encantan.
Con relación al trabajo, tengo un guión que voy actualizando y cambiando constantemente y, además, suelo improvisar bastante.

El año pasado organizaste en el California  la Maratón contra el cáncer, ¿cómo fue la experiencia?
Fue una experiencia increíble y ya estamos pensando en volver a repetir, fueron cinco meses de preparación porque la Maratón consistía en 12 horas de actuaciones. Juan Ángel se ocupó de toda la parte logística, Mikel de los patrocinadores y yo de las actuaciones, la recaudación fue para la Asociación Española contra el Cáncer.

{mosimage}Hay muchos monologuistas, ¿esto de los monólogos no pasará?, ¿está dando trabajo?
No creo que pase, es un género que se ha afianzado. Claro, yo sigo trabajando, entonces, creo que de momento funciona. La prueba fue este verano en Castelldefels, hubo actuaciones hasta con 4.500 personas disfrutando de las actuaciones.

¿Para qué sirve, adónde lleva esto de hacer humor?
Yo creo que la recompensa que obtengo es que soy más feliz, ¿por qué soy humorista? Porque creo que estamos aquí para ser felices y porque me gusta vivir la vida con sentido del humor.

 

Crispín viaja por la geografía española llevando su humor a todas partes, recuerden su nombre para la próxima actuación en Castelldefels. Su ironía e ingenio, su gracia y desparpajo, y su aplomo en el escenario son sus cualidades más características, las que más han calado en el público.