Del Estado de derecho al Estado de derechas

Del Estado de derecho al Estado de derechas

{mosimage}Hace más de un año que contamos con un gobierno de derechas en la Generalitat de Catalunya (CiU), que ahora aprueba unos presupuestos que continúan con esta espiral de más recortes y más destrucción de ocupación que debilitan el Estado de Bienestar y los servicios públicos como la educación y la sanidad. Hace tan solo 3 meses que la derecha (PP) también gobierna en el Estado Español, suficientes para darle tiempo a realizar una reforma financiera que da 6.000 millones de euros más de capital a los bancos, la misma cantidad que el Estado piensa recaudar por la subida de impuestos de hace un mes, mientras hay ciudadanos desahuciados por las hipotecas. Y  una reforma laboral que nos llevará a una degradación social y económica, que servirá para despedir trabajadores bien remunerados y contratar trabajadores que cobren menos, lo cual provocará un drama para la gente, para la economía y para el consumo. Y que decir de nuestro pueblo, hace más de 7 meses que contamos con un gobierno de derechas también en Castelldefels (PP+CiU+AVVIC) que tampoco ha tardado en mostrar la patita y ver que es capaz de hacer, la no renovación de trabajadores públicos debilitará los servicios públicos de nuestra ciudad como es ahora juventud, solidaridad, servicios sociales, igualdad y turismo entre otras, grandes activos del futuro de nuestra ciudad que hoy está en riesgo. Es necesario contar con unos objetivos y con unas prioridades claras a la hora de aplicar políticas de austeridad, algo que nuestro alcalde y su equipo de gobierno han olvidado tener en cuenta. En contraposición a estas políticas de derechas que se están propugnando en Castelldefels, en Cataluña y en el Estado, debemos insistir en que antes de recortar debemos redistribuir, con políticas fiscales justas, en la lucha contra el fraude fiscal, invirtiendo en educación y en salud, con reformas financieras que haga llegar el crédito a las empresas y a las familia, para que las empresas tengan más alternativas que despedir y contratar barato. Basta de políticas obsesivas con el déficit y los ajustes que comportan más déficit y más paro. Negar la alternativa es absolutamente antidemocrático, retrocedemos a pasaos agigantados en un estado de derecho que ha costado grandes luchas de conquistas sociales.