Matando al turismo
{mosimage}Las cifras son dramáticas. En nuestra ciudad han cerrado cien locales en el último año. Esta cifra sorprende y, como no podría ser de otra forma, tendrá graves repercusiones en la economía local a corto plazo.
Vivimos una paradoja económica en directo; todos consideramos el turismo como el motor económico de nuestra ciudad, pero la actuación institucional está yendo justo en la dirección opuesta. Es un hecho tan desconocido como real; en los presupuestos locales de este año, se ha producido una disminución importante en la promoción del turismo. Se ha eliminado más del 50% de su personal, y en el consorcio cerca del 15%. No deja de ser curioso cómo se proclama un interés colectivo y, a la vez, no se ponen los medios para promocionarlo. Una tremenda contradicción.
Cualquier actuación del gasto público viene apoyada por la teoría del multiplicador que tiene una sencilla explicación. Un aumento del gasto público en promoción genera un aumento adicional de la renta para los agentes que participan en ese mercado, en nuestro caso, el turismo. Así, la demanda agregada crecerá y siempre será mayor que el gasto inicial realizado. En nuestro caso, al promocionar el turismo, vienen más clientes a nuestra ciudad, se necesitan más personas para atenderlos, subiendo el empleo, éstos gastan una parte de sus salarios y ahorran otra, la que utilizan para comprar va a otro negocio donde ocurre exactamente lo mismo, y así hasta que se agota el proceso de multiplicación. Es decir, un aumento del gasto público provoca un aumento en el consumo generando empleo y recaudación y, en consecuencia, bienestar en la población.
Evidentemente, todo ello se cumple siempre que se invierta en el posicionamiento competitivo y diferencial de esa economía local. Aquí es el turismo. Un euro invertido en este sector repercutirá mucho más que lo que se invierte o gasta en actividades que no sean motor. Además, se incrementará la recaudación por la actividad económica que se genere, es decir, vuelve a las arcas públicas.
Haciendo una analogía, nuestra economía a nivel nacional apuesta por la exportación, en el caso de la economía local el turismo es nuestra exportación, porque atrae recursos de fuera que son gastados aquí.
Es cierto que el turismo y el comercio minorista no son ajenos a la crisis. Ante una contracción de la demanda como la actual, realmente se hace más necesario que nunca invertir y ayudar desde una perspectiva institucional.
Teniendo en cuenta todo esto, no llego a entender las decisiones de la alcaldía de reducir un órgano público-privado como es el consorcio de turismo, ni las desavenencias explícitas que existen con la Xarxa empresarial de nuestra ciudad, que son los que realmente conocen la economía local.
Ahora más que nunca hay que incentivar y promocionar de forma urgente el turismo en nuestra ciudad. Si no ponen gasolina en este motor de la economía, sin duda mataremos el turismo.