Un poco de todo

Un poco de todo

{mosimage}¿Es cierto que el grupo de teatro Paranoia ha tenido que estrenar en Sant Boi por el encarecimiento de las cuotas municipales del Teatro Plaza? ¿Es cierto que ahora el Ilustrísimo cobra por ocupar, por ejemplo, la Pza. Iglesia, para realizar actos multitudinarios? ¿Es cierto que se cobran cuotas a las ONG por poner una paradeta para vender determinados objetos cuyos ingresos se utilizan para financiar temas solidarios? ¿Es cierto que el Ayuntamiento cobrará, por ejemplo, por utilizar la biblioteca nueva Ramón Fernández Jurado para presentar una revista, un libro o realizar cualquier acto cultural sin ánimo de lucro?

Si la respuesta a esas preguntas es afirmativa, no creo que esas medidas ayuden mucho a incrementar los ingresos de las arcas municipales y sí servirán para destruir el tejido asociativo de Castelldefels, que tanto ha costado construir.

Pero bueno, dejo ya la política, que no es mi tema, y pasemos a la cultura. Si en este caso he hecho una salvedad ha sido porque me lo han pedido los compañeros del Grupo Alga.

No puedo dejar de hablar del último libro que he leído, ha sido como encontrar una perla escondida, se titula Peces en la tierra – Antología de mujeres poetas en torno a la Generación del 27. Digo que es encontrar una perla pues no sabía de la existencia de tantas poetisas que hubieran publicado poemarios y colaborado en revistas literarias en esa época. La antología ha sido realizada por la filóloga granadina Pepa Merlo que, además de introducir la misma con un interesante prólogo investiga en la vida y obra de estas poetisas que, en algunos casos, carecen prácticamente de datos biográficos rastreables.

La nómina de poetisas es la siguiente: Casilda de Antón del Olmet, Gloria de la Prada, Pilar Valderrama, Lucía Sánchez Saornil, Rosa Chacel, Concha Méndez, Mª Luisa Muñoz de Buendía, Cristina de Arteaga, María Cegarra, Elisabeth Mulder, Ernestina de Champourcin, Mª Teresa Roca, Carmen Conde, Josefina de la Torre, Marina Romero, Josefina Romo Arregui, Dolores Catarineu, Josefina Bolinaga. Esther López Valencia y Margarita Ferreras. Nacieron todas entre 1871 y 1932.

Muchas de ellas tuvieron relación con los poetas del 27 y algunas se consideraron discípulas de Juan Ramón Jiménez. No se puede decir que exista un estilo común en ellas y cada una usa el suyo propio. Algunas se conocían entre sí, ya que estaban casadas con poetas y artistas de la época. Varias, después de la guerra, se exiliaron a Sudamérica y Estados Unidos.

Quisiera citar algunos versos de esta antología que me han gustado:
Casilda: La hermosura de tus ojos / se parece a la del mar, que tampoco tiene fondo. Lucía: La tarde pegaba su cara a las vidrieras… Tus palabras se troncharon las alas contra los cristales. Concha Méndez: La lluvia cantaba /sobre mi paraguas.  Cristina: ¿Por qué me juzgas tan perversa? / ¡Fácil al llanto y a la risa,/ la mujer es como la brisa / que trae la lluvia y la dispersa!. María Cegarra: El aire tiene su amor en las hojas de los árboles  -risa de movimiento-, y su desdén en la faz pétrea de las  esquinas sombrías. Elisabeth: ¡Oros, oros! ¡Granas, granas! / ¡ Sangre todavía caliente / de asesinadas mañanas! Ernestina: La lluvia desnudando apasionada y lenta / las enjoyadas sienes del árbol pensativo….  María Teresa: La noche anudaba cuerdas / con los montones de algas, / la noche estriada tira / de las proas de las barcas. Marina:  Tenía la noche negra / su cabellera enredada; / llegó la hoz de la luna / mordiendo gritos de agua…. Esther: De la cigüeña el majestuoso vuelo / ¿Qué misteriosas letras va trazando / en el azul purísimo del cielo.

El espacio no da para más lamentablemente, espero que os guste.