Por activa, por pasiva y por perifrástica
{mosimage}En el devenir te encuentras con personas de toda índole. Tienes que convivir con gente educada, con gente culta, amable, comprensiva, simpática…, y también con todo lo contrario. Pero eso no impide que todos tengamos un sitio. Yo por ejemplo, además, deseo que todos los que me rodean sean felices, pero no porque sea una reencarnación de la Madre Teresa de Calcuta, lo deseo por simple egoísmo: si tu vecino o tu compañero de trabajo es feliz, esa felicidad repercutirá en la convivencia diaria y ésta será más llevadera.
Un problema que se va acrecentado en nuestra sociedad es la falta de comunicación entre los más próximos. También el ensanche cultural, en una época donde la máxima deidad es el fútbol, es una cuestión que da pocas alegrías.
Hago esta reflexión porque esta valoración a la baja informativa y cultural de nuestros amigos y vecinos, no vale para nuestros políticos, en este caso locales y, en este caso, los últimos concejales de Cultura. Ellos están ahí de una forma voluntaria y si rigen “cultura” y son del pueblo, lo menos que se les puede pedir es que estén informados y conozcan a la gente que formamos la ciudad.
Sí, lo sé, estoy siendo críptico y debería dar nombres, pero no voy hacerlo porque el asunto no se reduce a una o dos personas. Es una tónica general que está ocurriendo en nuestro pueblo con los que nos gobiernan: dan la impresión de ser unos recién llegados.
Valga esta reflexión al albur de ciertos comentarios que me han llegado donde impera el desconocimiento sobre el origen del colectivo que dirijo: “El Laberinto de Ariadna”, el cual, por cierto, tiene más de 10 años de existencia y cuyo nombre lo pusimos como homenaje a Salvador Espriu (“Cançons d’Ariadna” y “Ariadna al laberinto grotesc”).
Aquí comenzamos las reuniones, aquí estamos inscritos como asociación cultural y aquí radica nuestra sede. Pronto fuimos creciendo y venían tertulianos de las poblaciones cercanas: Gavà, Viladecans, Sant Boi…, algunos de Barcelona y personas de Badalona, Mataró y Masnou expresaron su deseo de asistir a nuestras reuniones de celebrarse en algún lugar intermedio. Lógicamente, elegimos Barcelona por una mera cuestión logística y tras una gestión por mi parte, nuestras actividades se celebran en un lugar emblemático de la cultura catalana: el Ateneu Barcelonès. Tenemos más de 70 socios (muchos de Castelldefels), cada año somos el único grupo de la provincia que es invitado por el Ayuntamiento de Barcelona a participar en la Setmana de Poesia y por nuestra tertulia han pasado los más importantes escritores de Cataluña.
En lugar de criticar, algunas personas si fueran sensibles, si realmente amaran al pueblo, deberían estar orgullosas de que llevemos el nombre de nuestra ciudad a esos niveles.
Esto que anteriormente explico, ya lo he repetido por activa, por pasiva y por perifrástica y no voy a volver hacerlo. El que quiera oír, que oiga. Al fin y al cabo, nosotros hace tiempo que oímos, hace tiempo hablamos y hace tiempo nos comunicamos con nuestros vecinos.
Amamos a esta ciudad, porque es la nuestra y la de nuestros hijos y aquí estaremos como siempre hemos estado.
Felipe Sérvulo
fservulo@telefonica.net