“Castelldefelensas” por el mundo

"Castelldefelensas" por el mundo

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Salga de la puerta de su casa, vaya al colegio donde creció; a la playa donde se reúne los domingos con su familia; al bar donde suelen tomar sus cervezas los viernes después de una semana de trabajo. Mire a su alrededor y se dará cuenta de que muchos de los que estaban en esas fotos han desaparecido. ¿Dónde están? Repartidos por el mundo, expatriados. ¿Las razones? Diversas. Principalmente el trabajo, pero también el amor, las ganas de aprender un nuevo idioma, mejorar el currículo o engendrar una nueva vida, tanto profesional como personal más allá de las fronteras que enmarcaron su adolescencia, juventud e incluso madurez. Seguro que muchos de ustedes se han planteado: ¿no sería mejor marchar y emprender un nuevo camino? Aquellas mujeres que sí lo hicieron echan ahora la vista atrás, recogen el carrete de la memoria y narran para La Voz las impresiones que después de meses o años quedan retratadas en los rincones de sus vidas para siempre. He aquí, “Castelldefelensas” por el mundo.

P1: ¿Qué te llevó a salir al extranjero?
P2: ¿Qué echas de menos de Castelldefels?
P3: ¿Qué ofrece de nuevo tu ciudad actual con respecto a Castelldefels?
P4: Aspectos positivos y negativos de vivir en el extranjero.

{mosimage}Núria Martinez – Johannesburgo (Sudáfrica) – 32 años – Strategic Project Coordinator

R1: Desarrollo profesional

R2: El poder pasear

R3: Acceso a los animales en su hábitat natural a sólo una hora de Johannesburgo y poder ver  “los 5 grandes” (león, rinoceronte, elefante, búfalo y leopardo).

R4: En cuanto a lo positivo, el poder conocer a gente de otras culturas. En cuanto a lo negativo, el hecho de estar lejos de la gente que quieres.

{mosimage}Lucia Statuto – Lisboa (Portugal) – 22 años – Bióloga

R1: Realmente durante los primeros años de carrera nunca pensé en vivir en el extranjero, pero tras volver mi hermano de Erasmus y contar sus experiencias me pareció que ir un año a estudiar afuera, aprender una lengua nueva y además tener una pequeña ayuda económica era algo que no podía dejar escapar. Elegí Lisboa por dos motivos: la lengua y el clima. No me imagino viviendo en un lugar frío y con lluvia constante.

R2: Algo que eché mucho en falta de Castelldefels fue la playa. Allí para ir a la playa necesitas coger el tren, que no es nada barato, y además no todas las playas son muy bonitas. También se puede decir que la tranquilidad que hay en Castelldefels no se puede comparar con el ruido constate de coches, ambulancias y aviones que hay en Lisboa.

R3: Creo que los españoles, en general, tienen una idea muy equivocada de Portugal. Hace un par de años no se me hubiese ocurrido ir allí un año, pero después de este increíble viaje sólo tengo cosas buenas que decir de Lisboa. Es una ciudad maravillosa, que te acoge y te hace sentir como en casa. Las calles, los tranvías, los miradores, entre otras cosas, hacen de este sitio un lugar para desear quedarse para siempre.

R4: En un principio, se hace duro vivir alejado de tu familia y amigos, aunque poco a poco te vas adaptando, conociendo nueva gente y cuando te quieres dar cuenta, no quieres volver. Por otro lado, vivir en otro país me ha hecho abrirme mucho como persona, permitiéndome así conocer mucha gente. También creo que es la mejor forma de aprender un idioma, ya que te ves obligado a comunicarte, y en pocos meses acabas por hablarlo.

{mosimage}Sol López – Punta del Diablo (Uruguay) – 31 años – Hostel Manager

R1: Quería vivir otras realidades diferentes a las mías, estuve 10 años navegando por el mundo y ahora quería emprender un nuevo proyecto empresarial. Con mi pareja estamos dirigiendo Hostels en diversas partes del mundo y, actualmente, por casualidad, nos encontramos en Punta del Diablo.

R2: La playa y la montaña. Aunque aquí también tenemos playas, pero me gusta el ambiente de la playa en verano con la vida que le dan los chiringuitos de Castelldefels. Por otro parte, considero que la combinación de montaña y playa es demasiado.

R3: Estoy en Punta del Diablo, un pueblo que todavía conserva la esencia de las antiguas poblaciones, con edificaciones en forma de cabañas rústicas hechas de materiales naturales de la zona. Las calles son de tierra y las indicaciones de las calles están hechas de madera tallada. Es un pueblito encantador al norte de Uruguay.

R4: Positivos: Uno ve otra realidad y lo relativiza todo. Hay gente que vive con muy poco en esta población, no hay necesidad de consumismo continuo. Con muy poco están satisfechos. En cuanto a los aspectos negativos, el hecho de estar lejos de la familia y de los amigos.

{mosimage}Gemma Garrigós – Lucknow (India) – 23 años – Estudiante de Administración y Dirección de Empresas

R1: Mi universidad me dio la oportunidad de hacer un intercambio de estudios universitarios en el extranjero. Podía escoger entre muchos países distintos, a elegir entre los 5 continentes, pero escogí Lucknow, en India. Sin duda, un país con mucho encanto.

R2: Echo de menos la playa, el clima, la comida, la fiesta, mis amigos y mi familia…
En India puede hacer mucho frío o mucho calor; las playas del sur son increíbles, pero también hay vacas paseando por allí, con lo que ¡debes tener cuidado que ¡no te pisen! La comida es especialmente picante (aunque muy buena) y…, ¡las fiestas no tienen nada que ver! Y por supuesto…, tus amigos y tu familia son lo primero que se echa de menos.

R3: La ciudad en sí, la cultura, las cinco religiones con las que he tenido que convivir durante estos meses, la gente, la comida… ¡Todo es nuevo! Así que digamos que no tiene nada que ver. La ciudad donde vivo no es nada turística, con lo que te sumerges totalmente en su cultura y sus costumbres, pero es una experiencia increíble.

R4: Desde mi punto de vista, hay muchos más aspectos positivos que negativos. Viajar, conocer y vivir en el extranjero te abre mucho la mente y te llena de experiencias y de momentos inolvidables. Además, aprendes idiomas y aprendes a adaptarte en otro ámbito que no es el tuyo, aunque, sobre todo, te enseña a espabilarte y a darte cuenta de que el mundo no se termina en tu ciudad. Como aspectos negativos destacaría la lejanía de tus seres queridos, tus amigos de siempre, tu familia…, los momentos con ellos y los lugares que solías frecuentar y que ya no puedes.

{mosimage}Anna Riba – Viajando en el Pullmantur Cruises – 31 años – International Hostess

R1: La posibilidad de viajar por muchos países trabajando con gente de todo el mundo.

R2: Los paseos por la playa y mi familia.

R3: Cada día estoy en una ciudad y un país diferente así que un sinfín de cosas nuevas.

R4: Adquieres mucho conocimiento, pero estás lejos de tu gente.

{mosimage}Sara Jubierre – Bruselas (Bélgica) – 22 años – Publicitaria y Relaciones Públicas

R1: Soy Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona, y visto el panorama de nuestro país, me llené de fuerzas para irme fuera. Aquí he encontrado un lugar de trabajo en prácticas que me ofrece formación y coaching personal.

R2: Bruselas es una ciudad fantástica aunque el clima no sea lo mejor. Como toda española criada junto al mar, necesito mi playa para poder pensar y necesito escuchar el sonido del mar para poder relajarme. Ahora, a menudo, paseo por parques interminables para pensar y me relajo oyendo la lluvia al caer. Somos jóvenes creados por y para el cambio, así que uno se acaba, en mayor o menor medida, acostumbrando.

R3: Bruselas es una ciudad europea brutal y, como tal, la oferta que ofrece para una persona interesada en temas europeos es increíble. Es una ciudad situada en el corazón de Europa, y para los que nos gusta viajar eso facilita mucho más las cosas. En tan sólo unas horas puedes estar en París, Berlín o visitar ciudades tan hermosas como Brujas o Gante.

R4: En cuanto a aspectos positivos, vivir fuera enriquece mucho a las personas tanto personalmente como de forma profesional. Nos ofrece otra cultura y otras visiones e incluso una forma distinta de trabajar, de la cual los españoles no estamos acostumbrados: media hora para comer y salir de trabajar a las 6. En España el horario laboral está equivocado, si se cambiara, podríamos disfrutar más de todo lo que tenemos en un país, al que, sin duda, todo el mundo, una vez lo conoce, echa de menos.

{mosimage}Eva Rodríguez – Amsterdam (Holanda, dos años en Leiden y un año en Amsterdam) – 28 años – Ingeniera en Telecomunicaciones

R1: La primera vez que viajé al extranjero fue a Viena (Austria). Fue en el año 2007 para realizar el proyecto de fin de carrera con una beca Erasmus. La experiencia de descubrir un nuevo país, una nueva lengua, y de conocer a gente de diferentes culturas me gustó tanto que desde entonces he seguido fuera.

R2: Sobre todo, ¡el sol y la playa! También a mis amigos y a la familia. Pero lo cierto es que estando fuera cada vez valoro más Castelldefels: el clima, el ambiente y la tranquilidad que ofrece.

R3: Amsterdam es muy cosmopolita, con gran parte de la población extranjera y con una oferta cultural y nocturna bastante grande. Los cafés y pequeños restaurantes que pueden encontrarse por barrios como De Pijp o el Jordan tienen mucho encanto (si pasáis por Amsterdam no dejéis de ir a "De Winkel", ¡tienen la mejor tarta de manzana de la ciudad!).

R4: Vivir fuera te vuelve más abierto, más tolerante con gente de distintas culturas, y se convierte en un aprendizaje continuo. Sin embargo, al estar fuera durante tanto tiempo puede resultar duro, sobre todo si se va cambiando de país ya que supone empezar de nuevo cada vez y es difícil sentirse "en casa".