Agosto

Agosto

{mosimage}Vuelvo de pasar unos días en Francia, un país donde se respira mimo por su pasado histórico, donde da la impresión de que todavía se cuida la cultura. La inversión en el PIB “de los valores” se proyecta en cada pequeña población por la que cruzamos. Basta con ver sus instalaciones municipales o sus centros de enseñanza. Siento envidia también de cómo los galos se unen, se ponen de acuerdo para mantener viva la memoria de sus muertos. Muertos en combate, en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, luchando por la libertad de sus seres queridos, pero también del resto de europeos. Cuando comparo esa memoria histórica con la nuestra, con la de los españoles del siglo XX, como se dice popularmente, se me caen los palos del “sombrajo”.

En la región del Valle del Loira nos adentramos en una tierra de leyendas, caballeros y castillos medievales. Otra nueva lección de cómo gestionar bienes que son de todos, a pesar de que algunas de esas propiedades están en manos privadas y por tanto su mantenimiento corre a cargo de particulares. Viviendo en una ciudad con un monumento de ese calibre, que además da nombre a nuestra villa, todavía me sigo preguntando cómo puede ser que el Castillo de Castelldefels siga viviendo de espaldas a la ciudadanía, sin una explotación histórica y cultural definida. Ni los anteriores gestores públicos ni éstos –que eran los más “listos” de la clase en tiempos de campaña electoral- han atinado en este apartado.

Este mes de agosto he invertido en una pequeña evasión, en lengua extranjera, huyendo de ese día a día que nos atormenta en España; con un país destartalado, con una clase política incapaz, con unos grandes empresarios desmontando centros de trabajo, con unos bancos encerrados en sí mismos, arrebatando propiedades a morosos y recogiendo céntimos de euro para maquillar balances internos. Una nación que se prepara para un último trimestre de año terrible, con una subida de impuestos que no puede asumir la gran mayoría de la población; y con un horizonte cada vez más cercano al rescate europeo. A pesar de todo a mí, al menos este año, no han conseguido arrebatarme el mes de agosto.

twitter: @goyobenitez