Planificación financiera

Planificación financiera

{mosimage}Una de las obsesiones de un Homo Economicus es tener siempre un Plan de sus finanzas personales actualizado. Con ello aspira a materializar sus deseos y propósitos de forma más organizada.Conozco poca gente que tenga una planificación financiera estructurada y escrita, a medio y largo plazos. Si lo comparamos a la salud individual, de la misma forma que todos somos conscientes de que es mejor hacerla de una forma preventiva y, poco a poco, cuidarse se ha convertido en un objetivo que muchos siguen, con las finanzas personales no suele pasar lo mismo. Curiosamente, no se presta mucha atención a la planificación. La mayoría suele empezar a planificar cuando la necesidad aprieta en el corto plazo y, muchas veces, las salidas lejos de ser mágicas son extremadamente costosas.
La planificación de las finanzas personales se ha de hacer gozando de salud, es decir, cuando se está bien para poder mejorar la situación a largo plazo y no dejarse caer.

Aunque es evidente que no se puede prever el futuro, pocas veces el Homo Economicus deja sus finanzas totalmente al azar. En consecuencia, intenta hacer planes considerando diferentes criterios y escenarios. Además, como desde una perspectiva racional piensa que los resultados pueden ser excelentes, buenos, regulares o no alcanzar ninguna de sus expectativas, cuantifica sus decisiones financieras en función de cada situación y siendo consecuente con los riesgos que quiere asumir.

Pero, saber qué se quiere alcanzar estableciendo objetivos claros es la parte más difícil de las finanzas personales. En realidad, tener un destino específico definido implica una lucha interna en nuestro pensamiento entre los datos objetivos por ejemplo, tipo de interés ofrecido por el mercado versus inflación y, nuestro deseo subjetivo, por ejemplo poseer mucho dinero.

Ser millonario, en sí mismo, no es un objetivo. Es un deseo que, además, en la mayoría de los casos, no se suele cumplir. Aunque parezca una contradicción, no es el objetivo prioritario de los Homo Economicus porque todos saben que es inalcanzable y, por ello, se preocupan en fijar objetivos financieros realistas. Tenemos que ver nuestra posición de partida y planificar el progreso. Todos saben que han de seguir un proceso con unos pasos tan obvios como sencillos; primero, han de ganar dinero y, en segundo lugar, conseguir ahorrarlo. Pero aquí empieza la parte difícil, hay que invertirlo con éxito. Un objetivo podría ser incrementar el disponible líquido, es decir, el dinero, en un veinte por ciento anualmente. Eso depende de cuánto ahorremos y de cómo invertimos.

Una vez definidos los objetivos hemos de enfocar nuestra energía en cumplirlo y al estar escrito podremos hacer un seguimiento periódicamente.

Sin duda, la planificación de las finanzas personales ayudará al Homo Economicus a alcanzar sus objetivos, aunque sólo sea porque los tiene definidos, es consciente de éstos y se esfuerza en conseguirlos. Deseo que más gente empiece a hacer este ejercicio.