¿Por qué en el barrio de Bellamar, en pleno siglo XXI, no hay alcantarillado y algunas de sus calles carecen de alumbrado público? ¿Cómo es que en el barrio de Granvía Mar todavía no tienen alcantarillado de aguas pluviales? ¿Cuándo tendremos acabado el Pº Marítimo?¿Veremos algún día realizarse la famosa 2ª fase (bordillos, aceras, etc.) de la reurbanización de Montmar? ¿Por qué el AVE, que comenzó sus operaciones entre Madrid y Sevilla en1992, hatardado 16 años en llegar a Barcelona, mientras la línea que unía Madrid con Toledo, Cuenca y Albacete fue clausurada 6 meses después de su inauguración por falta de viajeros?¿Hasta cuándo el deficiente servicio de los trenes de Cercanías y, en cambio, se asignan ingentes recursos públicos al AVE y se soportan sus enormes costes de explotación con las consiguientes y cuantiosas pérdidas? ¿Por qué Catalunya ha de sufrir un embargo fiscal de 213.963 millones de euros entre 1986 y 2009, obligándola a ser la mayor contribuyente a las arcas del Estado sin recibir las inversiones que le corresponden? ¿Por qué más del 43% de los impuestos que pagamos los catalanes no vuelven nunca a Catalunya? ¿Qué sería de muchas regiones de España sin esta aportación catalana a la balanza fiscal inter-regional? La respuesta más que evidente es que España sería absolutamente insolvente.
A lo largo de la historia, la torpeza de la oligarquía española, incapaz de aceptar la plurinacionalidad de España, ha hecho imposible la articulación institucional de Catalunya en España. A Catalunya, uno de los principales motores industriales de España (su locomotora económica), se la ahoga fiscalmente y se la impide contribuir a la modernización del Estado español, siendo la comunidad que más aporta a su mantenimiento. Multitud de agravios culturales, lingüísticos y económicos han acumulado, a lo largo de muchos años una gran carga que ha ido fortaleciendo el soberanismo catalán, que se ha manifestado claramente el último Once de Septiembre. Hartos de monarquías absolutas, dictaduras militares y rancios patriotismos constitucionales. Indignados por un modelo de financiación depredador, un déficit social injusto que menoscaba la educación y la sanidad públicas, el cultivo electoralista de la catalanofobia y una administración que esconde las balanzas fiscales, los ciudadanos catalanes tendrán, sin duda, la oportunidad histórica de dar su respuesta democrática en las urnas el próximo 25 de noviembre.
Màxim Costa (Grup Municipal AVVIC)