Para los niños son unas fiestas muy especiales, con juguetes, reuniones familiares, aparición de personajes mágicos que generan una ilusión especial en ellos.
Los niños están expuestos a muchísima publicidad que hace que, muchas veces, deseen objetos o juguetes que no se adecuan ni a su edad, ni a sus características, ni a las habilidades que queremos que ellos desarrollen; nuestra labor como padres también va encaminada a servir de orientación, a dialogar con ellos y a intentar que pidan objetos que por un lado les hagan ilusión, pero que también tengan una utilidad y sean adecuados para ellos.
Los juguetes han de seleccionarse en función de las preferencias del niño, no de los adultos, algo que nos guste a nosotros, a nuestro hijo no tiene por qué gustarle.
0 a 6 meses: se relacionan a través de los sentidos: móviles de cuna, sonajeros, calcetines y manoplas que emiten sonidos, carruseles musicales, mantas o gimnasios de actividades.
6 a 12 meses: empiezan a moverse, gatean, se ponen de pie. Juegos encaminados a potenciar la psicomotricidad en los niños, es decir, andadores, juguetes de arrastre, pelotas suaves, muñecos de trapo, juguetes para el baño.
1 a 2 años: juegan más al aire libre. Cubos para la arena, pelotas, muñecos, libros con imágenes y texturas, corre-pasillos, juguetes que cuenten cuentos. Sobre todo cosas manuales (plastilina, colores, etc.).
A partir de 2 años: Empiezan con el juego simbólico (juegos de bailar, cantar, maquillaje, etc.) y con juguetes interactivos que permitieran desarrollar la memoria, la capacidad de asociar, el conocimiento de los colores, letras, canciones, etc.). Triciclos y bicicletas.
Para los adolescentes, ¿son buenos los videojuegos?
Es importante que seleccionemos videojuegos no sexistas, y que no fomenten actitudes de intolerancia o agresividad. Los juegos más comerciales sí que suelen tener este tipo de componentes, entonces lo fundamental es el uso que le demos. Si a un niño de 12 años le permitimos jugar 3 horas al día a un juego bélico, que favorece el nerviosismo, la activación, el aislamiento y no contactar con la gente de su entorno, sí que generará problemas.
Lo importante es que los regalos sean moderados. Es importante seleccionar no más de 3-4 juguetes, la saturación de regalos al final lo que favorece es que el niño no disfrute de nada, porque inician la actividad con un juguete, pasan a otro y realmente no le sacan el provecho que los juguetes tienen.
Carla Morte Hernando – Psicóloga en Gabinet Psicològic Morte Hernando – www.gabinetpsicologicmortehernando.es