De la ética y de la ironía

Cuando empecé a escribir esta columna tenía en mente dos conceptos para hablar pero me resultó muy difícil y complicado. Haré lo que pueda con la máxima brevedad. En principio, ironía es un término griego que significa disimulación o ignorancia fingida o bien es una figura (¿literaria?) por medio de la cual se quiere dar a entender lo contrario de lo que se dice; y no puedo evitar estar pensando en nuestros políticos de hoy. Lo cierto es que hace falta que un irónico sea muy ingenuo para no resultar ridículo.

Y ahora hablemos un poquito de ética, porque  ni yo mismo sabría cómo definirla. Tuve que leer, y bien, para entenderlo un poco, porque, no lo dudes, leyendo se aprenden muchas cosas. Y tuve que ir hasta Séneca para el que su intelectualismo ético debe ser objeto de enseñanza de  modo que la maldad se debe básicamente a la ignorancia. El convencimiento de que la virtud supera la justicia y dado que sólo los gobernantes son capaces de realizar la justicia por tener la sabiduría necesaria, la ética de Platón acaba así en el totalitarismo político. Si  nos adentramos en la historia, la figura de la ética se reviste de distintos matices, hasta que Kant nos presentó una ética separada de la religión. En Gran Bretaña llegaron a la conclusión que la ética (moralidad) consiste en producir o contribuir a la  mayor felicidad del máximo número de personas. Ello con los intermedios de Kierkegaard, Schopenhauer, Nietzsche, Sartre y muchos otros. El concepto básico y fundamental de lo que hoy entendemos como ética, según los filósofos más modernos acaba en un positivismo relativo o en un existencialismo falso. Actualmente, se continúa trabajando en esta cuestión y se pretende conseguir un análisis lógico de un lenguaje  normal siguiendo al límite.

Tal vez, la columna de hoy haya resultado un poco rollo. Lo siento, pero no me arrepiento, excepto por el hecho que haya coincidido con unos días festivos, como los actuales; no precisamente los más indicados para estas disquisiciones. Lo que sí os aseguro es que no es un obstáculo para poner punto final a este tema que no tiene que ver especialmente ni con este pueblo, ni con la política, ni con las diferentes ideologías que pueden surgir por todas partes.

Quizá sea verdad lo que opinan algunos de que soy un poco rarillo y tras leer este texto probablemente tienen razón. Pero será hasta el próximo mes, que también será el año próximo, eso sí, más feliz, seguro…..espero.

ASI ME LO PARECE

J.C.Alonso Duat