A vueltas con las comuniones…

Por Aure Valentin

En España se celebran unas 250.000 comuniones al año, con una organización de las celebraciones posteriores a la ceremonia religiosa que, como todo, no ha dejado de evolucionar en la era digital.

Una rápida revisión a lo que la web ofrece, nos muestra la aparición de blogs dedicados a la organización de estos eventos que, en muchos casos, empiezan a programarse con mucha antelación. Numerosos wedding planners nos ofrecen también sus servicios de organización, para que no falle ningún detalle, al nivel que la economía de cada uno pueda soportar.

Los consejos que podemos encontrar incluyen tendencias sobre los vestidos o trajes, los complementos (cruz, zapatos, diademas, tocados, corbata, zapatos), la sede conveniente para la celebración, animadores para los niños, catering o menú, recordatorios e invitaciones, fotógrafo, regalos, la tarta…

Algunas divertidas propuestas incluyen encargarle al cuñado la noche antes de que se cuide  de las bebidas de los invitados, asegurarse de que la filmadora tiene batería suficiente o pedirle a la sobrina más simpática que se comprometa a entretener a los pequeños…

A pesar de la ilusión con que estos eventos son esperados por muchos de los niños protagonistas, las comuniones no han escapado al impacto de la crisis.  Según datos del Instituto Nacional de Estadística (que curiosamente ha publicado un estudio al respecto),  el coste medio de las celebraciones ha descendido un 13% en el último años, a pesar de lo cual sigue suponiendo un fuerte impacto en el presupuesto familiar, sólo comparable al coste de una boda.

En efecto, para muchas familias que sufren el impacto del deterioro económico, una celebración acorde con las circunstancias, con moderación pero sin reducir alegría, se ha convertido en un reto.

Como siempre, para nosotros la clave para una celebración sencilla y económica pero inolvidable, consiste en la personalización todo lo que envuelve el evento, y lo convierte en único.

Las invitaciones pueden realizarse artesanalmente, de forma muy económica y sencilla. Diversos tipos de papel, cortados en forma de caja, díptico o tarjetón tradicional nos permitirán que sean únicas. La decoración de las tarjetas puede repetirse en la decoración de la mesa o en el pastel de comunión. Todo ello dotará al ambiente de un aire más festivo.

 Las ilusiones del niño o niña, su equipo de fútbol, elementos religiosos a elección del protagonista… Sus hobbies, su propia figura reflejada en la tarta, comestible o no.

Ven a vernos y te ayudaremos a que puedas hacerlo, bien a través de un pequeño cursillo, bien dándote ideas o bien encargándonos nosotros de algunos de los elementos. Atrévete y no te arrepentirás, pues ahorrarás a la vez que generarás un día muy especial.

Con ilusión e imaginación, el dinero no será lo más importante, al menos por una vez.