Hablando de Dinero

Tengo una buena noticia: en la situación actual, hablar explícitamente de dinero se ha convertido en un tema cotidiano que ya no está reservado a conversaciones familiares en la estricta intimidad. No deja de ser curioso que, aunque todos utilizamos el dinero diariamente como un medio de pago y sea considerado el término uniforme de comparación entre los diferentes bienes y servicios, no solía ser un tema usual. Todo lo contrario, nuestra cultura  tiene muchos prejuicios a tratar estos temas, se percibe como algo sucio, vergonzoso, indigno…, nada que ver con la función del dinero en una sociedad donde si no existiese, no se podrían realizar la mayoría de las transacciones que hacemos habitualmente. Afortunadamente, ahora el interés por estos temas relacionados directamente con el dinero es sensiblemente mayor y está a la orden del día. Es como si el homo ecomomicus que todos llevamos dentro hubiese renacido, dejado de ser tímido, no le importase reconocer que no domina algunos conceptos de economía y finanzas personales y, de repente, ha empezado a preguntar y aprender.

Sin embargo, el aprendizaje es casi oral. Influye más lo que dice un amigo que lo que lees o escuchas. Sencillamente, hay que autoeducarse en temas tan obvios como los que el poeta etrusco Persius comentaba hace veinte siglos: “Se ha de vivir de acuerdo con los ingresos”. Y si bien, todos sabemos nuestras ganancias a fin de mes, desconocemos lo que gastamos y, menos aún, conocemos en qué lo consumimos. Pero este no es un problema nuevo, era Benjamín Franklin quien hace más de dos siglos decía: “El que compra lo superfluo pronto tendrá que vender lo necesario”, y aún no se ha aprendido.

En nuestro rol de homo economicus tenemos la obligación de acompañar a nuestro dinero y nunca ignorar lo que está pasando con él. La mayoría de personas al poseer cantidades de dinero pequeñas, creen que no es importante, pero esa suele ser una de las causas de que no crezca esa cantidad. Es como un jardín que nunca se riega, ni se poda, ¿qué le pasará? Sin duda, dejará de existir como tal.

Por suerte, hablar de dinero está dejando de ser un tabú social y ello ayudará a que cuidemos más nuestro dinero y nuestras finanzas personales.

 Antonio Fernández Carracedo