El descontrol en el gobierno municipal

El próximo mes de junio se cumplirán dos años del acceso al poder del PP en Castelldefels. Casi dos años ya de gobierno municipal encabezado por al alcalde del PP y sostenido por su dos socios: CiU y AVVIC. Dos años es mucho tiempo. Es la mitad del mandato que los ciudadanos y las ciudadanas de Castelldefels le dieron para que trabajara por Castelldefels.

Sin embargo, el balance más destacado de estos dos años es bien triste. Lo más relevante han sido las continuas disputas entre PP y CiU. Un auténtico folletín que ha tenido su –hasta ahora- último capítulo en el pase a la oposición de dos concejales de CiU, una de las cuales hasta hace bien poco era la primera teniente de alcalde nada más y nada menos.  Así pues, a día de hoy, la mitad de los representantes de CiU están en el equipo de gobierno y la otra mitad hace oposición.

Esta situación es el síntoma más clarificante de un virus incubado y alimentado a lo largo de estos dos años, y era la consecuencia lógica de una manera de entender la política que antepone los intereses particulares de partido (e incluso personales) a los intereses generales de la ciudadanía. En el gobierno de Castelldefels cada uno va por su lado y se preocupa de su pequeña parcela de poder, que tiene efectos tan hilarantes como que se haya instalado una placa en conmemoración de un año de funcionamiento de la nueva biblioteca con el nombre del alcalde del PP y del concejal de CiU, para que no haya peleas. ¡Lo nunca visto! Un descontrol que florece aún más ante la ausencia del alcalde, entregado a sus múltiples tareas en su partido y con cada vez menos tiempo para dedicar a solucionar los problemas de nuestra ciudad.

Porque hay problemas, y muchos, aunque los quieran tapar. Mientras el gobierno municipal se ha convertido en una especie de camarote de los hermanos Marx en el que todos quieren asomar la cabeza para que les veamos, van cerrando comercios y el desempleo no para de crecer. Desde junio de 2011 hasta marzo de 2013 el paro se ha incrementado en Castelldefels en 557 personas. Es decir, casi una persona cada día se queda sin empleo en nuestra ciudad.

El alcalde tiene que poner fin a este descontrol y ponerse a trabajar de una vez por todas en solucionar los problemas de las personas. Por el bien de todos, esperemos que dejen de mirarse al ombligo y miren a los ojos de las personas que lo están pasando mal. Han desperdiciado dos años y Castelldefels no puede permitirse el lujo de desperdiciar ni un día más.

Joan Sau