El deporte es una forma de vida

Muchos escritores y guionistas de cine se han preguntado cómo habría cambiado la vida de su personaje en caso de haber elegido otro camino. Esa misma pregunta nos acompaña a diario. Y yo me la hacía estos días, ¿qué sería de mí si no hubiera escogido el deporte como parte de mi vida? En estos ocho años como redactora de La Voz he entrevistado a muchos deportistas. Y a pesar de que sus disciplinas fueron diferentes, todos compartían el amor por la excelencia individual dentro de un equipo: el bien común como manera de alcanzar el bien individual.
Muchos aspectos de la vida pueden compararse al negocio, incluso uno tan sagrado como el amor. Y el deporte supone para un niño su primera tarea de disciplina, su primer negocio. Se trata de familiarizarse con las herramientas de la vida y aprender a usarlas para que los tornillos del cofre de los valores queden fijados y permanezcan dentro de nosotros de por vida.
En el deporte nos enfrentamos no solo a nuestro oponente, sino a nosotros mismos. Y vamos negociando si cedemos o si, de lo contrario, persistimos hasta mejorar y conseguir con sacrifico lo mejor de nosotros mismos.
El deporte nos descubre; nos enseña cuánto somos capaz de amar; nuestro poder de superación. Nos enseña el amor propio, a digerir decisiones que nos enfadan.
Aprendemos a dar la mano a nuestro rival en reconocimiento de que su esfuerzo nos ha permitido crecer tras haber disputado un partido con tan duro oponente. Con el deporte superamos los fracasos, convivimos con personas de distintas clases sociales, de distintos padres y procedencias que nos descubren otra manera de ser y nos generan el sano deseo de la curiosidad y la amistad.

Esta noche agradezco al deporte, al rugby, mi pasión realizada, y a mi ciudad, Castelldefels, que me hayan convertido en la mujer que soy. Porque gracias a todos ellos intento que mi empresa, mi vida, sea cada día un poco mejor.

LINDA LÓPEZ

Redactora de La Voz