60 voces

El jueves día 4 de julio, y coincidiendo con el tercer aniversario de la  entrada en vigor de la Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo (2/2010), la Plataforma Nosaltres decidim formada por las principales entidades de mujeres de Cataluña, diferentes asociaciones de profesionales y de la izquierda plural, convocó a la sociedad civil bajo el lema “Que no nos recorten el derecho al aborto”.

El acto se realizó delante del claustro de la catedral de Barcelona para simbolizar el papel de la Conferencia Episcopal en la incitación a la contrarreforma de la actual Ley de salud sexual y reproductiva y de la I.V.E.

Fueron algo más de 60 voces las que hablaron en la maratón de razones durante 60 minutos, pero esas voces representaban a muchísimas más: las de personas que forman parte de entidades tan diferentes como la Associació de Planificació Familiar de Catalunya i Balears, de Iaioflautes, de Joves per la Igualtat i la Solidaritat, de la red DDiPAS,  de la Associació Joves Estudiants de Catalunya, de la Associació en Defensa de la Sanitat Pública, de la Associació Salut i Família, de la Societat Catalana de Sexologia, de  Casals de Joves de Catalunya, de la Federació de veïns i veïnes de Barcelona, de Homes Igualitaris, Esplais Catalans… De los sindicatos mayoritarios como UGT y CCOO y de partidos políticos como ICV, PSC, EUiA, ERC i  CUP. Además de ciudadanos y ciudadanas que, a título personal, quisieron participar como la actriz Carme Sansa, la soprano Begoña Alberdi y el actor Dafnis Balduz.

Planeaban durante todo el acontecimiento los terribles casos de la joven de El Salvador y de la niña de Chile, también se comentaban recuerdos de los abortos clandestinos durante el franquismo y el inicio de la transición; y se mezclaban viejos lemas como “Nosotras parimos, Nosotras decidimos”, con otros más actuales como Ni un paso atrás”.

Es de esperar que, finalmente, el Gobierno del Estado abra los ojos y se dé cuenta de que no hay ningún clamor social que demanda el cambio de la ley 2/2010, a excepción de la cúpula de Conferencia Episcopal y los miembros de la derecha más retrógrada.