En la medida que va avanzando el 2014, parece confirmarse la teoría de que las entidades financieras están más predispuestas a facilitar créditos y préstamos a las pymes y nuevos empresarios, en general. A pesar de que lo hacen con la prudencia que el momento requiere, hay síntomas para asegurar que “el grifo se esta abriéndose”. Ante este escenario, ahora es el momento en que los emprendedores puedan aprovechar esta circunstancia y crear su empresa. Pero para que sea un proyecto de éxito, deben tener presente que, adicional a los trámites administrativo-legales requeridos, hay que prestar atención a una serie de puntos básicos para garantizar su futuro.
ACCIONARIADO
Al repartir capital, debemos valorar cómo afectará eso a las mayorías necesarias para adoptar acuerdos. No es aconsejable, en el supuesto de dos socios al 50 % cada uno. En un momento determinado, esta circunstancia puede impedir tomar decisiones importantes.
FINANCIACIÓN
Debemos estar muy atentos a los avales personales y cruzados entre sociedades del grupo. En caso de crisis, el hundimiento de una empresa puede arrastrar al resto.
CONTRATACIÓN INTERNACIONAL
Tened presente la competencia judicial en cada país. Por ejemplo, en caso de conflicto, no es lo mismo aplicar la ley española y pleitear en Barcelona que aplicar la ley de otro país y pleitear contra este.
BLINDAJE FRENTE A LA COMPETENCIA
En función de la actividad, es clave incluir cláusulas anticompetencia en los contratos con los empleados y directivos que eviten fugas de personal y de información, en la medida que la ley lo permita.
ADMINISTRACIÓN
Controla los riesgos. En algunas situaciones, la ley hace responsable a los administradores la sociedad.
PROFESIONALIZACIÓN
Si se trata de una empresa familiar, regula la gestión y dirección mediante protocolos.
Confío en que la revisión y aplicación de estas normas básicas contribuyan a proyectar negocios prósperos, pero siempre es recomendable la opinión de un asesor financiero para individualizar y analizar cada caso en concreto.