Hace poco más de dos años que el Partido Popular ganó las elecciones generales. El Presidente Rajoy se encontró con un país en la ruina, en el abismo, a punto de ser rescatado por la Unión Europea. Todo el mundo hablaba de primas de riesgo, de corralitos, de que seríamos un país intervenido…
El Partido Popular puso en marcha un urgente paquete de medidas para frenar ese camino hacia el precipicio. Un rescate sobre el conjunto de la economía española suponía un retroceso brutal sobre nuestro estado del bienestar. Los países que sí fueron rescatados, como Grecia, Irlanda o Portugal, sufrieron el despido masivo de empleados públicos, unas subidas fiscales espectaculares y un recorte medio de las pensiones por encima del 30%.
Hoy la situación económica de nuestro país es muy diferente. Las medidas impulsadas han permitido iniciar la senda de la recuperación económica. Es cierto que no podemos dar por superada la crisis económica, pero es poco discutible que estamos avanzando progresivamente hacia la anhelada creación de empleo y el crecimiento económico.
Estamos reduciendo el déficit; sigue bajando la prima de riesgo; por primera vez, desde que se inició la crisis, nuestro país está empezando a crear empleo; nuestra economía crece; estamos recibiendo una cifra récord de turistas; nuestras empresas están exportando más que nunca; las agencias de calificación mejoran las perspectivas de la economía española; recibimos importantes inversiones internacionales y nos podemos permitir reducir progresivamente los impuestos que nos vimos obligados a subir.
Yo entiendo que los que se han pasado dos años pegados a una pancarta no saben dónde meterse, entiendo que los partidos de la oposición no quieran hablar ahora de economía. Poco a poco, con el esfuerzo de toda la sociedad, vamos a superar esta crisis económica tan devastadora. La seriedad, la tenacidad y la confianza en los españoles son las claves que permitirán esa recuperación.