El próximo 5 de abril el PSC de Castelldefels decidirá la identidad de su próximo líder político. Dos candidatos optan a llevar el timón del nuevo proyecto. Son María Miranda y Ramón Morera. En un tiempo como el actual, en el que abunda la desconexión entre la clase política y la sociedad civil, es de agradecer que haya una formación que se abra a la participación ciudadana con esa firmeza. Los socialistas aceptarán que el líder que salga del proceso de primarias abiertas sea su próximo cabeza de cartel. Y prescindiendo de un criterio de puro seguidismo ideológico, esa votación estará abierta a toda la ciudad de Castelldefels. No será necesario militar en el PSC. Bastará con mostrar el DNI, ser mayor de edad y hacer un pago simbólico de un euro para financiar los gastos que generará esta mini jornada electoral.
Los socialistas son pioneros en este tipo de prácticas. En su momento lo hicieron a nivel nacional y ahora están renovando sus liderazgos locales mediante este procedimiento. No descubro nada si afirmo que esta formación política desde luego no está viviendo uno de sus mejores momentos, ni en Castelldefels, ni en Catalunya. En el resto de España, a través de las siglas hermanas del PSOE, tampoco es que este movimiento progresista esté viviendo un momento muy esperanzador en cuanto a sus expectativas electorales. Pero este proceso, que tiene que ver con un cierto aire reformista y aperturista, le da un valor añadido a este partido político. Con la apuesta por las primarias el PSC gana en credibilidad, en proximidad a la ciudadanía, en bajar a pie de calle para conectar con la sensibilidad de una gran mayoría de la población. Ahora sólo falta que los ciudadanos respondan y recojan el guante lanzado por la dirección del PSC. ¿Lo harán los habitantes de Castelldefels?
Twitter: @goyobenitez